La escena se repite, pero no pierde peso. Cuando Lionel Messi pisa suelo argentino, la Selección empieza a respirar fútbol con otra cadencia. Esta vez, el capitán de la Scaloneta arribó a Ezeiza poco antes de las 7 de la mañana y, sin escalas, se sumó a la concentración en el predio que, desde 2022, lleva su nombre.
“Ya estamos”, escribió el 10 en su cuenta de Instagram, acompañado de una serie de fotos en las que se lo ve ingresando al corazón del búnker albiceleste. Pantalón deportivo, mirada serena y esa mezcla de rutina y emoción que lo acompaña cada vez que vuelve al país.
Con su llegada, solo restan sumarse Lautaro Martínez y Nicolás Otamendi para completar el grupo. El plantel comandado por Lionel Scaloni ya se encuentra en plena preparación para los compromisos que vienen: primero, el cruce con Chile del próximo jueves 5 de junio en Santiago; luego, la cita del 10 frente a Colombia, como local.
Ambos encuentros son parte del calendario de Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026, competencia a la que Argentina ya está clasificada, luego de una impecable campaña.
Para Córdoba, la lista de convocados tiene sabor propio. Nahuel Molina y Cristian “Cuti” Romero vuelven a vestirse de celeste y blanco y siguen consolidándose como piezas claves del equipo. Julián Álvarez, nacido en Calchín, aporta su polivalencia ofensiva y su hambre competitivo. Y entre las sorpresas aparece Mariano Troilo, defensor central de Belgrano, que vivirá su primera experiencia con la mayor.
Los entrenamientos continuarán en Ezeiza durante los próximos días y, tal como ya es costumbre, el clima de grupo y el enfoque del cuerpo técnico se centran en fortalecer lo logrado. Con Messi en casa, todo parece estar en su lugar. Y una vez más, la ilusión empieza a tomar forma. Desde Córdoba al mundo, con el 10 de Rosario como bandera.