Guido Herrera le dio un beso al palo derecho de su arco y miró al cielo para solicitar la ayuda divina en la definición por penales. No la hubo. Tampoco ayudó el resto de Talleres. En esa definición volvió a repetirse el duelo de los 90 minutos reglamentarios: Herrera versus Boca, Cavani-Merentiel-Medina contra sus reflejos. El partido había terminado 1-1 solamente porque Herrera fue héroe.
Sin embargo, en los penales, Boca venció por 4 a 1 gracias a las conversiones de Benedetto, Figal, Cavani y Barco. Ahora enfrentará a Estudiantes LP, que eliminó a Huracán.
El pibe Diego Barrera marcó el único tanto de Talleres porque Nahuel Bustos y Gastón Benavídez habían errado sus disparos, increíblemente. Muy lejos, sobre todo el de NB10. La eliminación del subcampeón Talleres en cuartos de final de Copa Argentina termina siendo una mala noticia para el sueño de clasificar a Copas internacionales en 2024 ya que el campeón va directo a Libertadores y una previa indeseada para su ingreso a la definición de su participación en la Copa de la Liga Profesional cuyo campeón irá directo a Fase de Grupos de Copa Libertadores 2024 y cuya producción lo puede llevar al mismo lugar por Tabla Anual dónde va segundo.
El próximo viernes, desde las 19, Talleres recibirá a un semi descendido Arsenal, en el estadio Mario Alberto Kempes, por la novena fecha de la Zona A.
El 1-1, un premio
Talleres llegó a los penales por la descomunal actuación de Herrera en los 90 minutos reglamentarios. Está para eso, es la verdad. Sin embargo, en las distintas alternativas que ofreció el juego, Talleres no despertó nunca.
El 1-0 de Gastón Benavídez fue la mejor respuesta de esos primeros minutos ante Boca en el estadio Islas Malvinas de Mendoza. Un equipo de Jorge Almirón que ya venía exigiendo mucho al arquero albiazul.
Fue una jugada con mucha precisión de Talleres para marcar el 1-0 en el mejor momento de Boca. Salió jugando Suárez, recibió Depietri, pase en profundidad a Portillo, centro al punto penal, falló Vallejo y Benavídez no perdonó.
Era la señal esperada para modificar el trámite del juego, quizás el tiempo de hacer control de pelota y esperar a poder meter el contragolpe ante un defensa que no las tenía todas consigo. Había quedado demostrado. Pero ese gol de “Chaco” no tuvo efecto táctico.
La reacción de Boca
El Xeneize siguió en posesión de la pelota y el control de espacios muy importantes para seguir viéndole la cara de cerca de Herrera. Cuando el arquero ya había sacado ante Merentiel, Cavani y Medina y hasta los errores de sus propios compañeros, como los de Rodríguez y de Villagra, llegó el penal de Portillo sobre el uruguayo. Cavani se hizo cargo y anotó el 1-1.
Talleres tampoco reaccionó, Gandolfi metió los cambios y tampoco dieron resultado. El equipo siguió carente de juego y de recursos. Siguió corriendo a Boca hasta el final del tiempo reglamentario, rogando por San Herrera. Llegaron los penales y ahí, tampoco acertó.
