El Federal A no se toma descanso. Cada fin de semana, entre los goles, las patadas y los viajes eternos, siempre aparece alguna historia que hace levantar la ceja. Y este domingo, en Puerto Madryn, hubo otra joyita made in nuestro querido fútbol del interior.
Círculo Deportivo se estaba llevando un puntazo de su visita a Guillermo Brown. El 0-0 parecía inamovible. Partido cerrado, poco vuelo, pero negocio redondo para la visita. Hasta que, en tiempo de descuento, apareció el árbitro Luciano Julio para romper la monotonía... y de qué manera.
En una jugada que ni los propios jugadores se animaban a pedir, el juez vio un penal que no existió ni en la imaginación más optimista. Leandro Vella (ex Instituto) cayó dentro del área sin que nadie lo tocara y, como por arte de magia, Julio señaló el punto fatídico. Un penal que nadie entendió. Ni siquiera los de Círculo, que festejaron con cara de “¿en serio?”.
Vella, que si algo no iba a hacer era desperdiciar el regalo, cambió el penal por gol y desató el festejo visitante. 1-0 y tres puntos de oro para el equipo de Nicanor Otamendi, que terminó celebrando más que en Navidad.
Mientras tanto, del lado de Brown, bronca, protestas y resignación. Otra fecha más en el Federal A, donde la pelota rueda, pero a veces las explicaciones no.
Ya no sorprende. Un domingo es para uno, otro domingo para otro. Lo único seguro en este torneo es que el show —y las polémicas— nunca se suspenden.