Real Madrid se impuso este domingo por 2 a 1 frente al Barcelona en una nueva edición del clásico español disputado en el estadio Santiago Bernabéu.
Con esta victoria, el conjunto blanco llegó a los 27 puntos y amplió a cinco la diferencia sobre su escolta, el equipo catalán, que se mantiene con 22.
El encuentro comenzó con alta intensidad y una dosis de polémica. Apenas a los tres minutos, el árbitro César Soto Grado cobró penal a favor del Real Madrid, pero tras revisar la jugada en el monitor del VAR, decidió anular la sanción.
En el inicio del partido el francés Kylian Mbappé ya había avisado: convirtió a los 12 minutos, aunque el gol fue anulado por posición adelantada. El delantero volvió a ser protagonista a los 22, cuando aprovechó una rápida combinación ofensiva para abrir el marcador con un remate cruzado imposible para el arquero Wojciech Szczęsny.
Barcelona reaccionó y logró el empate parcial a los 38 minutos con el gol de Fermín López.
Pero la alegría visitante duró poco: a los 43, Jude Bellingham apareció para poner nuevamente en ventaja al local antes del descanso.
En el segundo tiempo, el partido mantuvo su ritmo intenso y no faltaron las emociones. Mbappé tuvo la posibilidad de ampliar la diferencia con un penal, pero Szczęsny se lució con una gran atajada que mantuvo con vida al conjunto culé. Sin embargo, Barcelona no logró encontrar claridad en los metros finales para obtener el empate.
Real Madrid manejó los tiempos en el tramo final y se quedó con un triunfo de alto valor en la pelea por el título. Incluso mereció algún gol más. Con esta victoria, el conjunto merengue se consolida en lo más alto de la tabla.
En el banco local estuvo el argentino Franco Mastantuono, de apenas 18 años, quien no llegó a ingresar pero sigue sumando experiencia junto al plantel profesional.
Para Barcelona, la derrota significa un golpe en sus aspiraciones de alcanzar la punta.
El clásico dejó emociones, polémicas y una muestra más del poderío ofensivo del Real Madrid, que volvió a imponerse en los momentos clave. En el cierre, el público en el Bernabéu despidió al equipo con una ovación, consciente de que este triunfo puede ser decisivo en la lucha por La Liga.
Mientras tanto, en la vereda azulgrana, el desafío será reaccionar rápido para no perder terreno en un torneo que empieza a mostrar a un Real Madrid cada vez más firme y con la mira puesta en el título.
