Instituto transita días de pretemporada con movimientos en su plantel profesional y con decisiones que comienzan a marcar el rumbo de cara al Clausura de la Liga Profesional. Entre ellas, una fue particularmente resonante: el entrenador Daniel Oldrá, en conjunto con la secretaría técnica, decidió días atrás que Damián Batallini no será tenido en cuenta.
La medida no lo afecta sólo a él. En la misma situación están Matías Godoy, Francesco Lo Celso y Silvio Romero. Los cuatro futbolistas continúan bajo contrato, pero se entrenan en horarios diferenciados: por la tarde, alejados del grupo principal, que trabaja por la mañana en La Agustina.
La salida de Batallini, quien llegó por pedido expreso de Diego Dabove, responde exclusivamente a una decisión deportiva. Desde el cuerpo técnico consideran que su rendimiento, afectado además por varias lesiones, quedó por debajo de lo esperado. No se trata, aseguran desde el club, de un conflicto económico ni salarial.
Sin embargo, el futbolista no parece dispuesto a dar un paso al costado tan fácilmente. En las últimas horas, a través de allegados y de sus publicaciones en redes sociales, dejó entrever que su intención es continuar en Alta Córdoba. Las imágenes que compartió en Instagram reflejan tanto una postura como un mensaje directo para el mundo albirrojo.
El futbolista, que días atrás fue noticia nacional por mostrarse en sus redes conduciendo a 172km por hora, ahora compartió una imagen en la cual se lo ve arrodillado y con la camiseta roja y blanca bien ajustada al pecho. Y le agregó una frase que lo decía todo: “Nunca rendirse”. Esas palabras, y otras que compartió más tarde (“Lo que pasó tenía que pasar, lo que se fue tenía que irse…”), no fueron sólo estados de ánimo: fueron un grito, casi una súplica, para quedarse en Instituto.
Al mismo tiempo el panorama del mercado de pases se mantiene complejo para todos los equipos. “Todos quieren esperar, esperar y esperar”, fue la frase que se escuchó desde dentro de la dirigencia de Instituto para graficar la quietud del libro de pases. El propio Ricardo Zielinski, DT de Belgrano, lo resumió con otra sentencia contundente: “Nos vamos a pelear todos por 10 jugadores”.
El mánager Federico Bessone, sabiendo que cada refuerzo será clave en un campeonato corto, afina la mira y multiplica esfuerzos. La prioridad está clara: incorporar un delantero con gol y algunos jugadores más. Y aunque el margen económico no es holgado, desde la dirigencia aseguran que harán un esfuerzo si aparece el nombre indicado.
Y mientras todo eso pasa, Batallini resiste en silencio, aunque el ciclo parece terminado. Las redes pueden decir una cosa, pero en la cancha dijo poco: más ausencias que titularidades, más lamentos que desequilibrio. En Instituto ya tomaron nota y no hay marcha atrás. La camiseta, por ahora, la mira desde afuera. Y aunque la voluntad no se discute, el tiempo suyo en la Gloria parece tener fecha de vencimiento.
