Paulo Dybala está de vuelta. Cuatro meses después de la rotura del tendón semitendinoso de su muslo izquierdo, “la Joya” se entrena a pleno en Trigoria, el predio de AS Roma, demostrando “compromiso” y “una gran predisposición” en los primeros días de trabajo bajo las órdenes de Gian Piero Gasperini, según la prensa italiana.
Gasperini es un viejo conocido de Paulo: fue su entrenador apenas pisó Italia, para defender la camiseta de Palermo, en 2012.
Allí, Dybala era un joven futbolista que había explotado en Instituto y que fue rápidamente transferido. Saltó de la B Nacional a la Serie A de Italia.
Gasperini lo ayudó muchísimo en aquel entonces y lo hace ahora, con un Dybala más maduro.
La lesión, sufrida en el cierre de la temporada pasada, lo obligó al oriundo de Laguna Larga a pasar por el quirófano en Londres, donde fue operado por el prestigioso especialista Andy Williams en la clínica Fortius.
Desde entonces, el cordobés se sometió a un exigente y milimétrico plan de recuperación, que incluyó trabajo diario incluso durante las vacaciones de verano, siempre acompañado por un preparador físico del club.
Su regreso a Trigoria, a comienzos de julio y antes del inicio oficial de la pretemporada, fue una señal clara: Dybala quería estar listo para el arranque de la Serie A. No hubo imposiciones: fue una decisión personal. El mensaje al nuevo cuerpo técnico fue contundente.
Según informa La Repubblica, en los primeros entrenamientos con el grupo, Dybala participó de ejercicios técnicos, de trabajos con balón y de tareas físicas sin restricciones significativas, aunque todavía no ha sido expuesto a duelos. Aun así, su estado de forma es considerado “excelente” por los cuerpos médico y técnico del club.
Pequeña pausa, sin alarma
En los últimos días, el cordobés se entrenó de manera diferenciada por unas leves molestias en la zona de la cicatriz de la operación. Por precaución, no fue arriesgado en los primeros amistosos.
Sin embargo, el objetivo sigue firme: estar en plenitud para el debut en la Serie A, este 23 de agosto ante Bologna.
Con contrato hasta 2026 y con su futuro aún abierto, Dybala apuesta por volver con todo, en su mejor versión. Eso, claro está, lo acercará a la selección argentina y al sueño de volver a estar en un Mundial.
A sus 31 años, Paulo necesita continuidad y recuperar su nivel para volver a ser considerado por Scaloni.
En la última temporada de Serie A, marcó seis goles y entregó tres asistencias en 24 partidos.
Con el mercado de pases en Europa abierto, siempre hay lugar para rumores.
Uno de ellos lo relacionó con el Manchester City, que podría pagar su cláusula de salida de 12 millones de euros. Por ahora, sólo rumores.
El retorno de Leandro Paredes (uno de sus grandes amigos y excompañero en Roma) a Boca avivó también ese anhelo del Xeneize de sumarlo a sus filas.
“La lesión fue un baldazo de agua fría que ya lo asimilé. Antes de la citación de la selección, te liquida; uno lo trabaja para que no te tire abajo. Me bajoneó mucho. Pero siempre la lesión te bajonea, sea chica o grande. Uno lo que más quiere es selección, nos preparamos para los partidos. Las previas de las convocatorias uno las vive con la tensión de estar. Con el tiempo, aprendí a jugar tranquilo, a no pensar si me puede pasar algo o no. Todos estamos con esa espinita de si voy a estar o no voy a estar”, dijo tiempo atrás.
Por lo pronto, ya recuperado, todo indica que el ex-Instituto está listo para volver a ser protagonista.
