Racing no tuvo la mejor despedida ante su gente. Los silbidos y los aplausos se entrecruzaban sobre la platea principal, mientras el público se dividía entre quienes cuestionaban el rendimiento del equipo y aquellos que refutaban sus dichos. “No se imaginan lo que estos chicos han tenido que pasar”, decían en voz alta mujeres que parecían familiares o allegadas a los futbolistas. “Y ustedes no saben lo que pasamos los hinchas”, respondían quienes los criticaban.
Lo cierto es que Racing perdió 2 a 1 frente a Gimnasia y Tiro, que festejó con fervor su muy buena clasificación para luchar por el segundo ascenso. La Academia dejó pasar una oportunidad valiosa para fortalecer vínculos con sus seguidores antes del prolongado receso. Tuvo un buen comienzo de partido, con gol incluido, pero una paulatina decadencia lo llevó, de a poco, a la derrota. Un dato sirve de muestra: en el segundo tiempo, con la necesidad de empatar y ante la buena actitud defensiva del rival, no generó ninguna situación de peligro que permitiera ilusionarse con alcanzar el objetivo.
La derrota en la última fecha de Racing
Pese al traspié y a la imposibilidad de pelear por el ascenso, Racing mostró algunos atributos que, si logra capitalizar, podrían servirle para mejorar su propuesta y aspirar a mejores logros.
Fue un equipo que siempre intentó jugar bien al fútbol, ofreciendo, en algunas ocasiones, un buen espectáculo. En distintos tramos del torneo se destacaron varios jugadores. Julián Vignolo, hoy en Montpellier, fue el más desequilibrante. Matías Machado sorprendió por su capacidad goleadora y su entrega, aunque ante los salteños pasó desapercibido. Pinceladas de Francisco Monticelli y Germán Díaz aportaron brillo a la generación de juego, mientras que el resto mostró ganas, aunque afectadas por una actitud demasiado indolente, tratándose de un campeonato de segunda división, donde muchas veces prevalecen las mañas, los empujones —siempre respaldados por una postura beligerante— y algunos arbitrajes que dejan mucho que desear.
Franklin, un árbitro poco grato
Un árbitro poco grato para la hinchada académica fue Adrián Franklin, recibido con silbidos y una variada gama de insultos, quizá por algún mal recuerdo de otro partido. Franklin expulsó correctamente a Elías Calderón, en la antesala del cruce de cuestionamientos y apoyos que se darían una vez finalizado el encuentro.
Ahora Racing deberá esperar cerca de cuatro meses para volver a competir. Será su cuarta participación consecutiva, lo que no deja de tener mérito, más aún después de un ostracismo de dos décadas, en las que deambuló entre la liga local y el Torneo Federal.
¿Qué pasará con Medina en Racing?
Seguramente en las próximas horas o días, el presidente del club, Manuel Pérez, y Hernán Medina se reunirán para realizar un balance sobre el desempeño del equipo y de sus individualidades, además de tratar la continuidad —o no— del entrenador.
Otra señal que deberán analizar los dirigentes es la respuesta del público, valorable por el aliento, pero sin alcanzar cifras que permitan diseñar presupuestos elevados ni conformar equipos competitivos, especialmente preparados para luchar por el regreso a primera división. En el Miguel Sancho había muy poca gente que, sin embargo, desafió el calor y la mala actuación del equipo, cantando a viva voz, acicateada por el agua que un par de bomberos les ofrecieron para contrarrestar la alta temperatura.