Racing consiguió un agónico pase a cuartos de final de la Copa Libertadores al ganarle a Peñarol 3 a 1 con un gol de Franco Pardo de cabeza en el tercer minuto agregado.
Después de sufrir y pelear todo el partido, cuando toda Avellaneda se preparaba para la definición por penales, apareció el surgido en las inferiores del Pirata y marcó el tercer gol del equipo argentino para darle la clasificación.
Ahora, el conjunto de Gustavo Costas se medirá con Vélez en los cuartos en un duelo argentino de altísimo calibre.
La locura del final, esa que el fútbol es capaz de desatar cuando un partido tiene el ritmo cambiante que tuvo el choque de equipos del Río de La Plata, se plasmó en las lágrimas de los simpatizantes académicos que sufrieron hasta el silbatazo final.
Parecía que el albiceleste no podría quebrar la resistencia de Peñarol de Montevideo y a pesar de empujar durante largos pasajes, la falta de claridad le jugó en contra y el 1 a 1 con el “Mirasol” parecía inalterable.
El conjunto uruguayo quería aprovechar la ventaja obtenida en el partido de ida cuando ganó 1 a 0, porque cuando “Maravilla” Martínez, a los siete puso en ventaja al local y la Academia intentó “atropellar” a su rival, llegó el empate de Herrera y todo pasó a ser una montaña de nervios vestidos de albiceleste.
Cuando le quedaban 10 minutos al partido por jugar, el colombiano Wilmar Roldán sancionó un dudoso penal para el local que el goleador Martínez cambió para el 2 a 1 y llevaba la definición a los tiros desde 11 metros.
La locura se apoderó del juego y en medio de un campo mojado por la lluvia y dejando espacios por todos lados, los dos intentaron y fue Arias quien tapó un par de chances del visitante.
Pero el partido se había guardado la locura para el final, cuando un centro pasado encontró la cabeza de Pardo para el 3 a 1 en tiempo agregado.
Ganó Racing y está en cuartos para alegría de la mitad de Avellaneda.
