Mientras en Racing de Nueva Italia todavía se mastica bronca por la derrota en el debut ante Maipú, al mismo tiempo hay motivos para celebrar.
Poco a poco el club se sigue poniendo de pie y la comisión directiva que comanda Manuel Pérez trabaja con diversas obras y planea otras a futuro.
Por un lado en los últimos días se pintaron los vestuarios, los pasillos, consultorios médicos, sector de árbitros y la platea baja.
También se bajaron los alambrados de las populares para mejorar la visibilidad, lo mismo que hicieron sobre la tribuna que da a la calle Quevedo.
Además se cambiaron los alambres de púa y retiraron alambres viejos para cambiarlos por nuevos en distintos lugares de la cancha.
Por otra parte hubo tareas de hidrolavado en las tribunas para sacarles la suciedad, con la idea de poder pintarlas más adelante.
Al mismo tiempo se trabajó en el armado de un nuevo sector para la delegación visitante. Se hizo un pequeño pulmón de 15 metros con la idea de que puedan estar más seguros. Esta cuestión obligará a la construcción de nuevos baños.
Por último, el gran anhelo en el mediano plazo es poder mejor la experiencia de los hinchas que van a la tribuna de la calle Quevedo.
La intención es poder colocar butacas allí y quitar en algún momento el alambrado, una cuestión similar a la que acaba de hacer Instituto en la preferencial Diego Klimowicz.
