“Vamos a tener que hablar con ‘el Barba’”, supo decir no hace mucho Alexander Medina cuando le preguntaban por los goles que no llegaban, en particular de los delanteros y sobre todo de los “9″.
Lo cierto es que después de esa expresión, llegó el primer gol de “9″ (único de los artilleros albiazules en los 13 partidos de la temporada), como fue el de Cristian Tarragona a Deportivo Armenio, a esta altura prácticamente olvidado por la eliminación de la “T” en 32avos de final de Copa Argentina, después de un 3 a 3 en tiempo reglamentario y de caer por 3 a 2 en la definición por penales.
Tras el 0-0 con Godoy Cruz de Mendoza, llegó otro gol esperado. Después de 13 partidos en la temporada, llegó el tanto de Rick Jonathan Lima Morais como parte de una actuación gravitante como la que ofreció en el clásico ante Belgrano. “El” fichaje de este mercado empezó a devolver parte de la expectativa que despertó su llegada, de cara al doble frente que se viene entre el Apertura y el inicio de la participación en Copa Libertadores.
¿Habrá conseguido el celular de Dios, el DT albiazul?
Como fuera, Talleres (9 unidades) necesita recuperar un poder de gol que apenas es de seis tantos. Así como es el peor arranque de la historia en Liga, lo es su bajísimo promedio de conversiones. Rick es un asistidor más que un goleador, pero bienvenidas sean las conversiones que necesita el equipo. Restan cinco fechas para el cierre de la fase regular y Talleres está a tres puntos de Gimnasia LP (12), el último de los ocho que está clasificando a la ronda siguiente por la Zona B. Es su siguiente rival por el Apertura este sábado a las 17.
Antes, “el Cacique” necesitará de Rick y del poder ofensivo que puede desplegar, ya que debutará en Copa Libertadores ante São Paulo, este miércoles a las 21.30, en el Kempes por el Grupo D. El objetivo es pasar a la siguiente ronda y el brasileño es una aparición que Talleres necesitaba para el protagonismo que busca. Jugar seguido es otra prueba para que Rick deberá superar.
El “77″
“Fue un partido muy cerrado. Sabíamos que iba a ser muy difícil. El empate acá está bien. Estoy muy contento. Era la primera vez que hacía un gol acá, y en un clásico, mucho mejor. Creo que la victoria llegará en cualquier momento, estamos detrás de eso”, dijo Rick, después del 1-1 ante un Belgrano que solamente se sintió tranquilo cuando vio que no tenía socios y cuando el DT Medina ordenó su reemplazo, a los 39 minutos del complemento.
A esa altura, Rick (nacido en Sao Luis, Maranhao, hace 25 años) había hecho el primer gol, encabezó los cuatro o cinco ataques en serio de Talleres, había hecho amonestar a Grillo y se bancó todas las patadas que le dieron, sin decir ni “mu”. “A la primera patada, lo cuelgan de una torre de iluminación y desaparece” y “Es un partido para que entre con espacios y tome cansado a Belgrano”, decían muchos hinchas de Talleres ya que en su versión inicial, había mostrado cierta liviandad.
Y el brasileño estuvo a la altura. Gravitó como en el Ceará de Brasil y, luego, en el Ludogorets de Bulgaria donde registró 27 goles y 30 asistencias en casi 200 partidos.
El “77″ fue una pesadilla para Belgrano y una bendición para Talleres. “Gracias a Dios” no se cansaba de decir. El número tiene un significado bíblico y ese gol fue algo divino porque “limpió” a tres jugadores de fondo celeste) y sacó un remate bajo contra un palo al que no pudo llegar Juan Espínola, el arquero de Belgrano.
El precio y a cuánto puede llegar
“Viene de Bulgaria con ocho o nueve horas de diferencia horaria, otros nivel de entrenamiento y otra estructura, jugando con otro marco de público y otro nivel de roce y agresividad. Llegar a Talleres demanda toda una adaptación. Esa jugada en la que lo desestabilizó Ibarra, de Central, no pasará cuando esté armado. ¿Como Valoyes? Su primer año fue muy criticado y no había paciencia con él. Sabíamos qué podía dar y del año de adaptación que podía tener. Rick va a ser uno de los extremos más importantes de los últimos 30 años de Talleres. Será muy importante. Démosle su tiempo“, dijo Fassi, tras el partido ante Rosario Central, el posterior a la obtención de la Supercopa Internacional.
“Rick no costó seis millones de dólares. Tiene objetivos deportivos que si cumple puede llegar a valer 30 millones. Gastamos 40% más que el año pasado. Se quedaron todos los titulares y vinieron 7 jugadores importantes. Dejamos la base”, cerró Fassi.
Apareció Rick. Es una buena noticia para todo el Mundo Talleres.