River e Independiente Rivadavia se midieron este viernes en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba por las semifinales de la Copa Argentina 2025. En un ambiente extraordinario y con ambas parcialidades presentes, el estadio mundialista recibió a los dirigidos por Marcelo Gallardo y Alfredo Berti en un partido que estuvo marcado por la lluvia y que terminó 0-0 en el tiempo reglamentario.
Ya en los penales, la Lepra se impuso 4-3 y provocó el delirio de los más de 5.000 hinchas mendocinos que coparon la popular Artime. Ahora, definirán el certamen ante Argentinos Juniors, verdugo de Belgrano. Los de Gallardo se fueron silbados.
El factor de la lluvia fue decisivo para el desarrollo del partido. Mientras la cancha estuvo seca, River dominó y manejó como quiso el partido. Una vez desvirtuado el escenario (con una demora de más de 30 minutos en el entretiempo por la torrencial caída de agua), fue la Lepra la que supo acomodarse mejor.
El equipo de Mendoza se plantó, apeló a la velocidad de Sebastián Villa para inquietar a Franco Armani y, sobre todo, se apoyó en la seguridad de su arquero: Ezequiel Centurión, ex River. En tanto, los de Gallardo lo buscaron con más corazón que ideas. Tuvieron sus chances, pero la falta de efectividad y la solidez de “1″ leproso les impidió gritar algún gol.
El otro gran verdugo de los de Núñez fue otro viejo conocido. Sebastián Villa, que enfrentó en varias oportunidades a River como jugador de Boca, fue el que llevó mayor peligro a Armani y quien definió la serie de penales.
Todo el River vs. Independiente Rivadavia, en Córdoba
River agotó prácticamente la totalidad de sus entradas. Con tribunas colmadas de camisetas blancas y rojas y una generosa cantidad de hinchas mendocinos también en sus butacas, el encuentro comenzó con un marco digno para un partido de esta trascendencia.
Los primeros minutos iniciaron con intensidad. River mostró voluntad ofensiva e intentó jugar por las bandas aprovechando a sus laterales mundialistas (Acuña y Montiel); sin embargo, esa vorágine lo hizo dejar espacios en el fondo que le permiten a la Lepra intentar pegar de contra.
Promediando el cuarto de hora, el Millonario domina el partido aunque sin llegadas de mayor peligro. Maneja los tiempos y abre constantemente la cancha buscando lastimar a la defensa mendocina y acercarse al arco del ex River, Ezequiel Centurión.
Al menos hasta los 20′, el elenco de Mendoza se aproximó únicamente por medio de un cabezazo de Sheyko Studer (ex Talleres) que se fue por arriba del arco de Franco Armani, luego del tiro libre de Sebastián Villa. River respondió con un remate de media distancia de Juan Fernando Quintero, que Centurión desactivó sin dar rebote.
Ya a los 26′ llegó la primera jugada de peligro real. Juan Fernando Quitero, que volvió a sacar un tiro de media distancia, esta vez más prolijo y haciendo sonar el palo izquierdo de Centurión.
Fue una ráfaga ofensiva para River, que sólo 6 minutos después volvió a llevar peligro: Acuña remató de afuera, Centurión dio un rebote y fue Studer el que evitó luego el gol sobre la línea luego del tiro de “Nacho” Fernández.
Antes de terminar la primera etapa, Gallardo movió el banco y Sebastián Driussi abandonó la cancha, reemplazado por Facundo Colidio.
Cuando se aproximaba el término de la primera mitad, la lluvia tomó notable protagonismo y un auténtico diluvio invadió al Kempes. A raíz de esto, el árbitro Andrés Gariano demoró el inicio de la segunda parte, en principio, 15 minutos.
Con sopladores en mano, media docena de trabajadores salió al campo de juego para intentar reducir los charcos que provocó el diluvio, a la espera de la reanudación del partido y en una lluvia de aplausos por parte de los hinchas de ambas parcialidades.
El partido se reanudó recién tras más de media hora de espera y todavía con algunos charcos y un fuerte viento. Gallardo volvió a meter mano en el banco e ingresó Miguel Borja por Maximiliano Salas.

Ya en el complemento, el campo de juego jugó su propio partido. La pelota por tramos picaba rápido y por otros se quedaba clavada en un charco. Esto afectó al desarrollo del encuentro y River, que había dominado con claridad la primera parte, tuvo dificultades para volver a encontrar su juego.
En ese complejo escenario, Villa quiso sorprender a Armani a los 55′. Sacó un derechazo que se fue cerca del poste derecho.
Para intentar destrabar el partido, el “Muñeco” volvió a meter mano: ingresó el pibe Cristian Jaime y Maximiliano Meza por “Juanfer” Quintero y “Nacho” Fernández, promediando 15′ del complemento, ante la inquietud de los hinchas del “Millo”. “Pongan huevo, pongan más corazón” se escuchaba desde la popular Wilington del Kempes, donde estaba ubicado el grueso de la hinchada de River con los Borrachos del Tablón.

El equipo de Núñez llevó peligro real recién pasados los 25′, con un zurdazo de Facundo Colidio que se fue cerca de palo derecho de Centurión, tras un centro por la izquierda.
La última ventana de cambios para River la usó Gallardo a los 30′, con el ingreso de Giuliano Galoppo por el colombiano Kevin Castaño.
Con el correr de los minutos, el reloj comenzó a incomodar al Millonario, que estuvo impreciso en los últimos metros. Mientras, la Lepra se amoldó mejor a la cancha mojada, se plantó y apeló a intentar lastimar con la velocidad de Villa.
Con ese escenario, Lautaro Rivero estuvo cerca de marcar: conectó un tiro de esquina, cabeceó alto y la pelota cayó estrellándose en el travesaño, a falta de 10 minutos para concluir el tiempo reglamentario.
Los instantes finales se consumieron con River buscando con más corazón que ideas y con Independiente Rivadavia aguantando con el empuje de su gente. Así, cuando el partido se moría, Ezequiel Centurión ahogó el grito del Millo, sacando un cabezazo muy cerca de su arco.
Todo se definió por penales. Borja fue quien abrió la serie y se encontró con las manos de Centurión, agigantado bajo los tres palos. Luciano Gómez adelantó en la serie a los mendocinos.
Galoppo desperdició el segundo penal de River con una definición paupérrima; aún así, Leonardo Costa la tiró varios metros por arriba del travesaño. Colidio rompió con la mala racha y la clavó al ángulo; Fabrizio Sartori hizo lo propio y sostuvo la ventaja leprosa. Maximiliano Meza empató parcialmente la serie, pero el ex Talleres Studer marcó el 3-2.
La definición la tuvieron primero Gonzalo Montiel, que no falló. Sebastián Villa tampoco y puso a Independiente en la final, para el delirio y goce de las 5.000 almas leprosas que viajaron hasta Córdoba.
























