El exdelantero y empresario Ronaldo anunció este miércoles que decidió no postularse para la presidencia de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) en las próximas elecciones debido a la falta de apoyo dentro del organismo.
“Después de manifestar públicamente mi intención de competir por la presidencia de la CBF en las próximas elecciones, retiro oficialmente mi candidatura”, expresó el Fenómeno a través de sus redes sociales.
El bicampeón mundial con la Canarinha dejó en claro su descontento con la situación y aseguró que su opinión “poco importa” si la mayoría de los dirigentes que manejan el fútbol brasileño creen que “todo está en buenas manos”.
Ronaldo explicó que, en su intento por sumar respaldos, buscó reunirse con las 27 federaciones regionales del país, pero solo cuatro accedieron a escuchar sus propuestas.
“Las federaciones se negaron a recibirme, argumentando que están conformes con la gestión actual y apoyan la reelección” del presidente Ednaldo Rodrigues, reveló.
El exjugador del Barcelona y el Real Madrid lamentó que no tuvo la posibilidad de presentar su proyecto ni intercambiar ideas con los dirigentes. “No hubo ninguna apertura al diálogo”, sostuvo.
Consciente de que sin el apoyo de las federaciones no tenía chances reales de imponerse en la elección, reconoció que la pelea estaba perdida antes de empezar. “La mayoría de los dirigentes regionales respaldan al presidente en ejercicio. Están en su derecho y lo respeto, aunque no lo comparta”, señaló.
Por último, agradeció a quienes se interesaron por su proyecto y remarcó que el camino para mejorar el fútbol brasileño pasa por “el diálogo, la transparencia y la unión”.
Ronaldo, actual dueño del Real Valladolid de España, había asegurado estar “preparado” para conducir la CBF y en los últimos meses fue muy crítico con el rumbo del fútbol brasileño.
En una entrevista con Romário el mes pasado, el exgoleador advirtió sobre “problemas estructurales en la selección” y prometió una “gestión eficiente” que impulse la inversión y potencie “mucho más” la inagotable cantera de cracks brasileños.
“La CBF tiene que ser la empresa más querida de Brasil”, había afirmado en su momento. Ahora, sin respaldo dirigencial, deberá ver el futuro del fútbol brasileño desde afuera.