Si a cualquier futbolista que hoy gambetea en las canchas de tierra de la Liga Cordobesa de Fútbol le preguntaran qué sueña, seguramente contestaría algo así: formar parte de un equipo grande que juega un torneo internacional. Dar uno de esos saltos que parecen imposibles.
Pero, se sabe, en el fútbol todo puede ocurrir cuando no se bajan los brazos y se insiste.
Lo puede contar en primera persona Marcos Machado, un pibe de 19 años oriundo de Costa Sacate, que está viviendo días imposibles de describir.
Es que en su pueblo se vivió una revolución cuando vieron su nombre ahí, en la lista de jugadores inscriptos por Talleres para disputar la Copa Sudamericana 2021.
Hasta hace unos meses, algo que parecía muy lejano.
Pero la convicción de Marcos está clara: siente que va a llegar y va a dar todo por lograrlo.
El suyo es un caso particular, ya que hasta principio de años estaba jugando en el Club Camioneros de la Liga Cordobesa de Fútbol.
“En febrero estaba haciendo la pretemporada con nosotros. Es un gran orgullo todo esto”, le cuenta a Mundo D alguien que lo conoce muy bien, como Carlos Toledo, DT de la Primera de Camioneros.
Toledo lo dirigió y sabía que este salto era posible, porque tiene todas las condiciones.
Machado es un joven y veloz extremo por derecha, que se ganó su lugar en el Matador a fuerza de buenas actuaciones y dedicación.
Marcos empezó su historia en el fútbol en Newell’s de Laguna Larga y también jugaría en Juventud Católica y Central de Río Segundo.
Aún vive en Costa Sacate, en el departamento Río Segundo. Un pueblo que apenas supera los 3 mil habitantes, situado a 10 kilómetros de Pilar y a 50 kilómetros de Córdoba.
Desde allí llegó hace unos años para probarse en Talleres y quedó seleccionado.
Pero, luego, por esas cosas del fútbol, fue dejado en libertad de acción.
Allí recaería en Camioneros, donde su talento explotó.
“Marquitos se sumó cuando arrancamos con Camioneros, teníamos que armar la cuarta y lo dejamos en el club. Vino a probarse y quedó como cinco, de volante central. Tenía mucha entrega y sacrificio. Luego, el DT Ángel Ibáñez lo puso de extremo por derecha porque tenía mucha velocidad. Un partido contra Banfield me hacía falta un jugador en esa posición para la Primera. Debutó y metió un gol. Ahí arrancó muy bien”, recuerda Toledo, entrenador y muy cercano al futbolista.
“Tuvo varias fechas espectaculares en Camioneros y en muchos momentos nos salvó las papas. Tuvo algunos altibajos, como todo chico. Pero tiene una entrega terrible, gran temperamento y va al frente siempre. Está obsesionado con que va a llegar y vive para eso, entrena para eso, se cuida para eso. Es un chico muy sano. No tiene al padre presente y la madre, que se llama Valeria lo banca, lo apoya en todo”, señala Toledo.
Sus buenos rendimientos en Camioneros le permitieron tener una nueva oportunidad en Talleres, que lo “repescó”.
Y ahora logró meterse en la lista de Copa Sudamericana.
“Padre, hoy declaro en tu nombre que este sueño será a tu voluntad. Porque sé que en cada paso que dé, tú estarás ahí para darme fuerzas, seguir adelante y salir con la frente en alto... Amén”, escribió Marcos en su Facebook, luego de conocer que figuraba en la lista de la “T” para este importante torneo.
“En el verano estuvo laburando conmigo, con la empresa el Rey del Pasto, poniendo champas. Ahora les digo a todos los chicos de Camioneros que si quieren ir a Talleres tienen que laburar conmigo (risas). Es un excelente pibe, muchas veces se quedó a dormir en casa, uno lo ha ayudado en lo que ha podido, es muy amigo de mi hijo. Sé que va a llegar, porque tiene todo para hacerlo… Muchos chicos cuando quedan libres bajan los brazos. Él siguió insistiendo. Eso te da la pauta y es un gran mensaje para otros pibes. Siempre hay que volver a intentar”, cerró Toledo.
Miren la foto de Marcos Machado posando con la camiseta de Talleres. Toda esa felicidad es por el enorme salto que dio. Y lo mejor de todo es que esta historia recién arranca.
