Instituto vuelve a ponerse en marcha este lunes, pero el arranque de la pretemporada llega con un clima espeso, de balances inevitables y decisiones que duelen. Porque después de un año golpeado, la Gloria empieza a barajar de nuevo y en las últimas horas dejó otra señal en ese sentido: Juan Franco no seguirá en Alta Córdoba.
El lateral paraguayo fue notificado en las últimas horas de que no será tenido en cuenta por Daniel Oldrá. Así, se cierra un ciclo de tres años que tuvo de todo.
Llegó en enero de 2023, se ganó su lugar a fuerza de empuje, carácter y compromiso, y hasta llevó la cinta de capitán en momentos bravos. No fue un jugador brillante, pero sí uno de esos que el hincha aprende a respetar porque nunca negoció la entrega. En un equipo que muchas veces perdió identidad, Franco fue símbolo de actitud, aun cuando el rendimiento empezó a caer y la confianza se fue erosionando partido a partido.
Su salida no es un caso aislado. Forma parte de una limpieza que la dirigencia entendió como necesaria tras una temporada floja. La ratificación de Oldrá vino acompañada de autocrítica puertas adentro y de un reordenamiento en el área fútbol. La llegada de Jorge Carranza como secretario técnico y el nuevo rol de Federico Bessone marcan el rumbo: corregir errores, jerarquizar y volver a construir un Instituto reconocible.
El adiós de Franco abre además una vacante concreta. En el club ya saben que deberán salir al mercado para cubrir el lateral derecho y el nombre que empezó a sonar es el de Nicolás Morgantini, hoy en Lanús. No es casualidad: se busca fiabilidad y experiencia en puestos clave.
Juan Franco se va sin estridencias, casi en silencio. Se va después de haber dejado todo, con aplausos sinceros y críticas inevitables. Instituto arranca de nuevo, pero lo hace despidiéndose de uno de esos futbolistas que, aun con errores, entendieron lo que significa ponerse la camiseta. Y en tiempos de reconstrucción, no es un detalle menor.
