“Estoy bien. Sin molestias. Me pisaron un poco. Por eso estuve rengueando. Pero nada más”. Juan Gabriel Rodríguez dejaba el Kempes diciendo algo que podía ser un detalle para un Mundo Talleres que todavía estaba con las pulsaciones a mil por el 0-0 ante Belgrano que no había podido romper y aún agitados por las dos jugadas del final en las que Guido Herrera salvó a la “T” de la derrota ante Pablo Chavarría y el propio defensor casi le da la victoria.
Para Rodríguez no hay detalles. Por eso se sonrió al poder decir que había sido un pisotón y nada más. Es que en el tiempo que lleva en Talleres, mostró su calidad como defensor, pero estuvo muy perseguido por las lesiones musculares.
Es más, tras el receso de Copa América y antes de ir de pretemporada a Rusia, fue apartado junto con otros tres compañeros para salir de la “T”. Liga de Quito y Tigre fueron los destinos que surgieron, aunque finalmente no hubo acuerdo, hasta que pudo ser recuperado por Walter Ribonetto para poder mostrarse casi en plenitud en este segundo paso de Alexander Medina.
Los propios compañeros llegaron a pedirle al presidente Andrés Fassi por su regreso.
Si convertía en el clásico, hubiera sido su sexto gol en la “T” en 43 partidos, pero igual le cupo una buena actuación, de la misma manera que lo hizo ante River y antes con Racing, los tres partidos en los que la “T” pudo mantener el cero en su valla.
Igualmente como la “T” no pudo vencer a Belgrano, Rodríguez asumió la responsabilidad de un partido que debía ganarse para que el líder Vélez suma 36 unidades y la “T”, está a cinco con Huracán) no se fuera tanto.
“Hay que dar la cara. Obviamente que podríamos haber ganado, pero hay una realidad y es que ellos hace 18 años que no nos ganan, entonces no es tan fácil ir y ganar un partido así porque sí. Ellos se tiraron atrás, cerraron las líneas y se hizo muy difícil”, afirmó el zaguero.
También habló de refirió a la última del partido, que casi termina en gol de Pablo Chavarría: “Lo primero que pensé es que lo erre. Era lo único que nos faltaba, perder un partido así. Metí un “kiricocho” y de todo. Quedaba confiar en Guido (Herrera), que es un gran arquero”, agregó.
Su recuperación
Su último tanto fue el 2-1 sobre Independiente Rivadavia por la 8ª fecha de la Liga Profesional, jugada el 17 de agosto, y literalmente terminó el juego, después del chequeo de VAR. Ese cuadro, fue el del profesional que definía un partido en su regreso al primer equipo en una apuesta tremenda por volver al equipo titular.
Esa la historia de la superación de alguien que, en poco más de un mes, pasó a recuperar un lugar importante en el Mundo Talleres, tras estar afuera del plantel profesional.
Un grupo que andaba de gira en Rusia, mientras el defensor estaba esperando para poder salir conjuntamente con otros compañeros como Gustavo Bou, Nahuel Bustos y David Romero. Tres jugadores que ya se fueron a un equipo de Entre Ríos, San Lorenzo y Unión La Calera de Chile, respectivamente.
Esa es la historia de la superación de alguien que, en poco más de un mes, pasó a recuperar un lugar importante en el Mundo Talleres, tras estar afuera del plantel profesional que, andaba de gira en Rusia, y esperando para poder salir conjuntamente con otros compañeros como Gustavo Bou, Nahuel Bustos y David Romero. Tres jugadores que ya se fueron a un equipo de Entre Ríos, San Lorenzo y Unión La Calera de Chile, respectivamente.
Se trata de un relato que pocos conocen y que le fueron poniendo voces, algunos protagonistas.
Juan Rodríguez, Nahuel Bustos, Gustavo Bou y David Romero.
“Pasé momentos feos, mi familia y mis compañeros me ayudaron. Hoy dimos un paso adelante y una muestra de carácter. Obvio que está en las posibilidades clasificar, iremos al Monumental a buscarlo. Ojalá podamos hacerlo”, dijo Rodríguez, apenas terminado el juego.
Más reflexivo dio más detalles. “Fue muy importante, en lo personal y más que nada en lo grupal. Lo necesitábamos. Tenemos una final en River. ¿Qué pasó en el mercado de pases? Fassi salió aclararlo un poco. De entrada le dije que me quería quedar. La oferta estaba. Un poco querían que me vaya. Pero acá estoy. Dije que me quería quedar. ¿La cinta de capitán? Sentí mucho orgullo. Se me cruzó la familia, mi hija, amigos, toda la gente que estuvo detrás de este momento que pasó”, agregó en zona mixta.
Rodríguez se recuperaba de una persistente molestia muscular y debió quedarse en Córdoba conjuntamente con los compañeros ya mencionados. Apareció Liga de Quito y no pudo cerrar con la dirigencia; luego, fue Tigre, pero el defensor lo descartó porque quería quedarse en Talleres. En esa escena chica con Bou, Bustos y Romero, transcurrió el día a día en el CARD.
¿Los otros participantes? Su familia y el psicólogo Marcelo Roffé, quien se expresó en sus redes. “Juan querido!!! todo llega si uno está dispuesto a entregar todo por ese objetivo: felicitaciones Juan, después de un buen año, te ningunearon de una manera insólita y te sacaron de la pretemporada. Te quisieron sacar de encima de prepo y vos te plantaste. Hoy te pidieron disculpas y volviste a ser titular, capitán y a hacer un gol que vale un partido. Solo vos sabes lo que sufriste...”, arrancó el mensaje del reconocido profesional que trabajó en la selección argentina.
“Muchísimas gracias Marce! Agradecido por estos 5 años de trabajo y aprendizaje, sin dudas fuiste muy importante en estos momentos que me tocó transitar, injustos o no. Seguimos adelante! Y este premio al esfuerzo es grupal así que disfrutemos!”, fue la devolución del propio Rodríguez, tratando de cerrar un capítulo y abrir otro.
También se expresó su representante Ignacio Vilariño, quien escribió: “Orgulloso de ser parte de este gran equipo. Nada es casualidad. Vamos por más Mariscal, siempre a tu lado en las buenas y en las malas mucho más”.
En carrera
Walter Ribonetto fue otro protagonista importante. Como varios jugadores, el ahora ex DT de Talleres pidió a la directiva la chance de contar con el defensor porque junto con Matías Catalán formaron la mejor zaga de la temporada. Rodríguez empezó a integrar delegaciones nuevamente, marcó el 2-1 ante Independiente en el partido regreso por Liga, con 50 mil personas gritando un gol más que nunca y rumbo a los partidos en los que Talleres se jugará la chance de ganar la Liga.
Como “Cata” lesionado de manera severa, Rodríguez tuvo que armar la zaga con Juan Carlos Portillo. El partido ante River, ese 1-0 en el Monumental, fue especial. JG hizo divisiones inferiores en el millonario y ahí empezó a jugar de central. “¿Quién soy? Rodríguez, un pibe que juega al fútbol y lo disfruta. Me tocó bajar muchas categorías, pero logré lo que quería. El fútbol me pegó un poco, pero quería estar en un club como Talleres. En inferiores me pusieron de central, pero más chico fui 5. En River, me pusieron de central. Me sentí cómodo. Lo hice porque me gustaba”, supo contar La Voz.
Y sí, en poco más de dos meses, pasó de estar casi afuera de Talleres a ser parte como nunca.