El empate sin goles entre Belgrano y Tigre, por la fecha 14 de la Zona A del Torneo Clausura, se definió por la falta de profundidad ofensiva del local y la solidez defensiva del visitante.
Con este resultado, ambos equipos suman 19 puntos y se mantienen en la pelea por los playoffs: Belgrano ocupa el séptimo puesto y Tigre el octavo, en una tabla muy ajustada.
Claves del empate
El duelo entre el Pirata y el Matador terminó sin goles, resultado que impacta directamente en la lucha por la clasificación a la Fase Final del campeonato. Solo quedan seis puntos en juego.
Falta de ideas y puntería en el ataque. Belgrano mostró escasa creatividad y claridad para avanzar con criterio y romper el bloque defensivo de Tigre. Aunque hubo esfuerzo, al equipo le faltó precisión en la definición. Incluso, los postes y el travesaño le negaron el gol en ambos tiempos.
Dependencia de Zelarayán. El rendimiento del equipo local giró en torno a su conductor. Cuando Zelarayán logró participar activamente, Belgrano mostró mayor capacidad para ocupar espacios en ataque. Pero cuando el “10” no tuvo contacto con el balón, el equipo perdió peso ofensivo y se diluyó en intentos imprecisos y corridas sin sentido.
Actitudes contrapuestas: empujar y resistir. Belgrano fue el único que intentó jugar y buscar el triunfo. Tigre, en cambio, llegó con la intención de llevarse algo sin arriesgar demasiado. Su resistencia se fortaleció cerca del área propia. Ante esta congestión, el local desaprovechó el recurso del remate de media distancia, que apenas utilizó.
Irregularidad en el rendimiento. El equipo de Alberdi volvió a mostrar un primer tiempo flojo, sin capacidad para imponer condiciones ni incomodar al rival. En el segundo tiempo mejoró con Menossi más activo, Passerini aguantando mejor el balón y Zelarayán como eje del juego, lo que permitió acorralar a Tigre. Sin embargo, haber desperdiciado los primeros 45 minutos le costó dos puntos. En defensa, Cardozo respondió con solvencia ante dos contragolpes claros del visitante.
