Talleres dejó sobre el húmedo terreno del Kempes, después de perder con Vélez 1 a 0, las chances de meterse entre los ocho en el Apertura de la Liga Profesional. Pero, más allá de los tres puntos perdidos, lo peor del equipo de Guiñazú fue la imagen que le brindó a su gente porque jugó de manera imprecisa todo el partido y cayó ante un rival que está sumergido en el fondo de la tabla.
Nada de profundidad, falta de claridad, malas decisiones en zonas en las que se debe ser más práctico y simple le dieron paso a un final con enojo de la gente, que lo despidió silbando y pidiendo “que se vayan todos”, molestos por algunos rendimientos individuales y por el juego colectivo de un equipo que no hace pie en el torneo, que ya está fuera de la Copa Argentina y está último en su grupo de la Copa Libertadores.
Arranque flojo
En un partido en el que el error estuvo presente durante toda la primera etapa, no fue extraño que los dos equipos se fueran al vestuario sin haber logrado un remate franco sobre los arcos. La pelota fue jugada siempre con falta de criterio, muchas veces flotó sobre la cabeza de los volantes sin destino y los dos conjuntos lucharon contra claras muestras de imprecisiones que contra la capacidad del rival de romper sistemas.
En el local, solamente cuando “Bebelo” Reynoso logró entrar en juego, pudo verse algo de “chispa”. Pero el volante estuvo en soledad y lejos del arco de Marchiori, quien no tuvo una sola intervención concreta.
Galarza Fonda equivocó los caminos y el resto lo acompañó a la hora de resolver de tres cuartos de campo en adelante. De repente, el albiazul nunca remató contra el arco de Vélez, sino que lateralizó y exageró en el intento de juntar pases cuando la jugada pedía resolución rápida.
La “T” padeció de falta de profundidad y pecó de precisión en el pase corto, lo que facilitó el trabajo de un equipo de Vélez que está muy lejos de aquel que ganó el torneo del año pasado. La visita no logró jamás acertar una contra porque la pelota siempre fue mal jugada. Romero y Carrizo corrieron un par de veces de cara a los defensores y siempre fallaron. Sobre los 23, un acierto en pases terminó en gol de Romero pero, VAR mediante, se detectó una falta sobre Cardona y fue anulado.
Golpe de inicio
En la primera jugada del ST, Vélez pegó fuerte porque Cardona le pifió a una pelota simple que iba al área y Carrizo le ganó en la salida a Herrera para el 1 a 0. Fue un golpe al mentón de la gente y del equipo. Impensadamente, en un partido en el que no pasaba nada, estaba perdiendo. Y, de repente, la impaciencia le ganó a las buenas ideas y el local empezó a perderse en el mojado campo de juego.
Bajó desde la grada el “movete, Talleres movete” y el “ponga huevo” para mostrar que el descontento se había apoderado de todos. Girotti tuvo la más clara sobre los 22, pero Marchiori metió la mano y el balón explotó el travesaño dejando a todos con el grito de gol atragantado. A pesar de las ganas, las ideas siguieron ausentes y el visitante con la ventaja a su favor y los nervios del local, jugó su partido cansino y haciendo tiempo. Palacios la tuvo y el balón fue despejado en la línea y nuevamente Marchiori le ganó a Girotti ante un cabezazo. Talleres se fue derrotado en el marcador, pero en especial en el juego, porque nunca mostró ser superior a su rival y por eso el enojo de la gente se comprende.