En menos de 72 horas, Talleres sufrió un par de golpes al mentón de esos que duelen y dejan cicatrices. Aún dolido por la eliminación en los penales ante Colón, la “T” salió a jugar un cruce a todo a nada contra Bragantino. Y en esa riesgosa apuesta de querer ir por todo, se quedó sin nada.
Si hay algo que reprocharle a este equipo del “Cacique” Medina es que no se la jugó de lleno por ninguna de las dos competencias y terminó pagando un alto precio al cansancio lógico que evidenció un plantel demasiado corto. Ya vendrá el tiempo de barajar y dar de nuevo. Pero con la herida todavía abierta por la derrota 1-0 en el Kempes ante los brasileños, queda la sensación de que el balance es por demás positivo.
Talleres estuvo a la altura en cada uno de los torneos que afrontó y deberá reforzarse bien durante el receso si quiere mantener este nivel. Seguro se irán jugadores importantes como Federico Navarro, Fragapane y Diego Valoyes, por lo que el presidente Andrés Fassi deberá mover inteligentemente sus fichas para dejar conforme a su entrenador.
La osada apuesta de ir por todo sin priorizar nada le terminó saliendo caro. Anoche el equipo sintió el cansancio por la seguidilla de partidos y le costó imponer la intensidad que lució en otros juegos.
Extrañó demasiado a Navarro y de a ratos fue superado por un Bragantino que jugó al ritmo que impuso Claudinho, la figura de la noche. Con más ganas que fútbol, la “T” fue al frente durante gran parte del juego, pero ni Santos ni Auzqui aprovecharon sus chances. Tampoco Fragapane, que al igual que varios de sus compañeros jugó por debajo de su nivel. “El Perro” tuvo una muy clara en el primer tiempo, pero tardó en definir y su jugada se terminó diluyendo. Y el uruguayo no le acertó al arco en ninguna de las ocasiones que tuvo para convertir. Así, la cuestión se hizo muy cuesta arriba para un Talleres al que se lo notó incomodo en varios pasajes del partido.
Un adiós con altura
Las cinco variantes que Medina propuso en distintos pasajes del complemento no ayudaron demasiado a cambiar el panorama.
Con el 1 a 0 a su favor, los brasileños se cerraron mejor atrás y apostaron todo a alguna contra en la que pudieron ampliar la diferencia.
Herido en su orgullo, la “T” fue y fue, pero no tuvo la puntería necesaria para lastimar. Y, en estos encuentros, no se puede perdonar y Talleres lo hizo. Ya vendrán tiempos de balances. Hoy tocará observar sin motivaciones lo que ocurra entre Emelec y Tolima desde las 19.15. Y la visita de la semana próxima a los ecuatorianos será para cumplir con el fixture, ya que ningún resultado podrá ponerlo en la próxima ronda de la Copa Sudamericana.
Eso sí, queda en todo el Mundo Talleres la satisfacción de saber que el equipo dio la talla. Y, aunque los resultados no acompañaron, el Matador se dio el gusto una vez de ser el embajador cordobés en el fútbol internacional.
