Talleres atraviesa un período de profundos cambios en todas sus áreas deportivas. Lejos de tratarse de decisiones aisladas, la dirigencia albiazul puso en marcha un reordenamiento integral que busca consolidar un modelo de gestión sostenido en el tiempo, con fuerte impronta en la planificación, el desarrollo de talentos y la profesionalización de cada uno de los estamentos que componen el fútbol del club.
Uno de los movimientos más relevantes fue la confirmación de Sebastián Fassi como director deportivo. Hasta ahora, Fassi se desempeñaba como vicepresidente del área, un cargo para el que había sido designado por Andrés Fassi antes de las elecciones del pasado 19 de octubre.
Ese puesto había quedado vacante tras la salida de Pablo Guiñazú, quien luego de su interinato al frente del primer equipo dejó la estructura. Sebastián Fassi cuenta con la licencia de dirección deportiva (la recibió la semana pasada junto con otros exfutbolistas y será obligatoria para 2026) y pasa a ocupar un rol central en la toma de decisiones estratégicas vinculadas al fútbol profesional, las divisiones formativas y el mercado de pases.
Carlos Tevez, quien lleva seis meses al frente del primer equipo, anunció la probable incorporación de Luca Marcogiuseppe, como entrenador alterno y alguien que viene de trabajar con Frank Kudelka en Huracán. En ese puesto, inicialmente estaba su hermano Miguel y, luego, se sumó Pablo Pérez. Más allá de los objetivos deportivos, “Apache” busca nuevos aires para el vestuario.
En paralelo, se produjo la salida de Mariano Levisman de la división Reserva. El entrenador había tomado la posta del primer equipo tras la renuncia de Guiñazú, regresó luego a su función con los juveniles y, al cierre de la temporada, acordó su desvinculación de común acuerdo con el club. Su salida abrió un proceso de evaluación para redefinir el rumbo de una categoría clave en el puente entre Inferiores y Primera.
En ese contexto, Talleres acelera las llegadas de Ezequiel Carboni y Rodrigo Acosta para hacerse cargo de la Reserva. Carboni cuenta con una trayectoria ligada al desarrollo y la formación: dirigió en las inferiores de Lanús, estuvo al frente del primer equipo granate en las temporadas 2017/2018, pasó luego por Argentinos Juniors y sumó experiencia internacional en la Reserva de Catania y Monza, en Italia.
El proyecto contempla que esté acompañado por Rodrigo Acosta, histórico formador de Lanús, donde dirigió la Reserva durante ocho años y fue entrenador interino del primer equipo en 2022 en cinco partidos, como DT alterno.
“Es una evolución muy importante para el recorrido de crecimiento de la reserva. El objetivo es fortalecer todo el tramo final del trayecto formativo para mejorar las posibilidades de proyección e inserción en plantel superior. Tiene mucha experiencia en futbol formativo y tiene experiencia internacional”, fue la consideración que se hizo desde los altos mandos de la directiva a La Voz.
No sería la primera vez que Talleres incorpora profesionales con pasado en Lanús. Un caso emblemático es el de Walter Ribonetto, quien fue jugador del club granate, trabajó en sus inferiores, llegó luego a la Reserva de Talleres y finalmente asumió la conducción del primer equipo. Esa línea de trabajo, enfocada en perfiles formadores y con recorrido en estructuras modernas, vuelve a aparecer como un patrón en las decisiones actuales.
Los cambios también alcanzan al área de scouting, que fue reforzada con la incorporación de los españoles Antonio Fernández Marchán y Sergio Cala. Ambos ya están trabajando activamente y asistiendo al predio, con el objetivo de potenciar la detección temprana de talentos y optimizar los procesos de análisis y seguimiento, tanto a nivel local como internacional.
Finalmente, Talleres avanza en la formación y estructuración de los cuerpos técnicos de las categorías menores que competirán en AFA durante todo el año a partir de 2026. La idea es anticiparse, profesionalizar cada área y garantizar que todas las divisiones trabajen bajo una misma metodología, con continuidad, identidad y objetivos claros.
Así, el club de barrio Jardín refuerza su convicción de apostar por un proyecto integral, donde la gestión, la formación y la planificación a largo plazo sean los pilares para sostener la competitividad deportiva y el crecimiento institucional.
