Los efectos de la derrota del escolta Talleres ante Lanús se siguen esparciendo en los distintos rincones del planeta albiazul. Los 10 puntos que le sacó el líder River, con 18 en juego, han sido un mazazo para quienes veían en el partido jugado en la Fortaleza a una posibilidad cierta de poder achicar esa distancia, en el tramo final de la Liga Profesional, cuyo campeón irá directo a la fase de grupos de la Copa Libertadores 2024, lugar al que Talleres espera clasificar.
El análisis de la derrota con Lanús ya fue hecho por el DT Javier Gandolfi. Lo negativo quedó claro. Hubo autocrítica por cómo le dieron vuelta el partido a Talleres, algo inédito en este certamen y en dos situaciones de juego aéreo, ya advertidas en la semana. ¿Lo mejor? El buen comienzo y algo más... Un hecho que será bueno a la hora de afrontar las seis fechas finales de la Liga y que tiene que ver con la competencia interna, un rubro que estaba dentro de los objetivos fijados para el día a día.
Después de mucho tiempo, un entrenador de Talleres podrá disponer de una gran variedad de “9” para la parte final del torneo. Con la vuelta de Federico Girotti, el DT Javier Gandolfi ya dispone de cuatro especialistas en un puesto en el que pocos validaron esa chapa desde que Talleres volvió a Primera, en 2016.
Girotti, quien sufrió una severa lesión en la rótula de la rodilla derecha, se suma a Michael Santos (es el goleador de la Liga con 12 tantos, cinco asistencias y es el máximo artillero extranjero), Nahuel Bustos (es su reemplazante con siete goles, ya en su regreso a la “T”, después de haber sido vendido al City Group) y David Romero (el juvenil surgido de la cantera que está saliendo de algunos problemas musculares).
Para un Talleres que tiene 36 tantos a favor –solamente tres menos que el Millonario, puntero en el rubro– es muy importante. Sobre todo porque más de la mitad de las conversiones las concentra en los “9″ y casi un 40% de las asistencias.
No hay que olvidarse que en 2022, tras la eliminación de Copa Libertadores, Talleres empezaba a levantar en la Liga Profesional y avanzaba en su camino hacia la final de Copa Argentina sin un goleador definido. En el segundo interinato de Javier Gandolfi, ante Newell’s por el torneo federal, fue Matías Godoy quien hizo las veces de centrodelantero; luego, le siguió el pibe Juan Cruz Giacone, autor de un gol clasificatorio a semifinales en ese partido jugado en San Luis; posta que, luego, recogió Gonzalo Álvez, en ambos frentes. Sin mencionar que en el cierre de la era Caixinha había sido Valoyes quien jugó de “9″.
Luego, Santos volvió de una lesión muscular, mientras el pibe Romero comenzaba a padecerlas. En cuanto a Girotti, recién había comenzado su rehabilitación de la rotura de rótula sufrida en cuartos de final de Copa Libertadores, ante Vélez.
El vacío de los “9″ en Talleres: causas, efectos y... ¿soluciones?
El detalle de los 9 actuales
Michael Santos. Vive lo mejor de su carrera a los 30 años. Lidera la tabla de la Liga Profesional con 12 tantos, es segundo mejor asistidor albiazul con cinco (lo hizo con Valoyes ante el Granate) y máximo artillero extranjero en el club con 33 tantos. Le marcó tres a Central; dos a Racing y a Platense; uno a Barracas, a Central Córdoba, a Boca, a Tigre y a Arsenal. Asistió dos veces con Platense, uno con Barracas y otro con Racing. Ante Lanús, cumplió los 100 partidos en la “T”. Antes, lo mejor lo había hecho en River Plate de Montevideo con 51 tantos y 22 asistencias en 105 encuentros.
Nahuel Bustos. El goleador de 24 años que espera su turno y suma sus conversiones. Tiene siete en 16 partidos entre Liga (jugó de titular ante San Lorenzo) y Copa Argentina (ante Chacarita). Le convirtió uno a Atlético Tucumán (tiro libre), Chacarita (torneo federal) y Belgrano; dos a Colón y a Tigre. Desde el inicio, Gandolfi solamente armó dupla entre Nahuel y el uruguayo frente a San Lorenzo
David Romero. Es el más joven, con 20 años, y es de la casa. En este último tiempo, ha estado perseguido por las lesiones musculares. Tiene seis partidos con un gol y una asistencia. Jugó en Copa Argentina, frente a Chacarita, pero sufrió una sobrecarga. Se espera que esté disponible para jugar con Godoy Cruz.
Federico Girotti. Jugó los cinco minutos finales del partido ante Lanús, en lugar de Juan Carlos Portillo. Más allá del incidente con Felipe Aguilar, cortó una racha de 318 días sin jugar en Talleres. El 10 de agosto sufrió la rotura de la rótula derecha, en el partido de vuelta con Vélez en la Copa Libertadores, en el Kempes. Suma 37 partidos, siete goles y una asistencia. Venía en ascenso.
En el pasado
Eial Strahman. 57 partidos, 19 goles. Lo mejor de Eial se vio en el Federal A donde tuvo más continuidad que en la B y en Primera. Fue el que más goles hizo, pero tras media rueda en Primera se fue a Bahía Blanca. No logró convertir.
Gonzalo Klusener. 29 y 7. Lo mejor fue en la B Nacional. Hizo uno de los tantos del ascenso en su vuelta al club. Le costó ponerse bien físicamente, pero al final rindió. En Primera, no anduvo. Superó un desgarro que lo condicionó bastante. Aquel penal que le pidió a Palacios ante Arsenal y que no pudo convertir, marcó el principio del fin de su ciclo en Talleres. Por Copa Argentina, llegó a los 50 tantos en el club. En la vuelta de la “T” a Primera, no pudo anotar.
Carlos Muñoz Rojas. 22 y 1. Fue de los que más jugó en Primera. Convirtió una vez, pero tampoco pudo lograr su despegue definitivo. Hablar del atraso en el pago de los sueldos, sobre todo de la parte “en negro” le marcó la puerta de salida al chileno.
Matías Vuoso. 1 y 0. Solo 26 minutos ante Aldosivi de Mar del Plata. Nada. Llegó con muchos inconvenientes físicos. Jugó más minutos en reserva.
Okiki Afolabi. 1 y 0. Medio tiempo ante Estudiantes LP y nada más. De las apuestas de Fassi que no resultaron. Es más, tapó al juvenil Catriel Sánchez, por caso. Kudelka tampoco le tuvo paciencia.
Ezequiel Rescaldani. 12 y 2. Duró seis meses. Convirtió poco de lo mucho que dispuso. Si hubiera mejorado su puntería podría haberse quedado con el puesto.
Junior Arias. 56, 11 y 2. Anotó desde que llegó; luego, le costó. Fue cedido en dos oportunidades.
Marcelo Torres. 11 y 3. Tuvo un arranque bárbaro con goles a Lanús, a River y a Racing. Pero siempre siendo suplente. Debió llegar tranquilamente a los siete u ocho goles por las opciones que tuvo. Como no lo logró, llegó Silva y él, volvió a Boca que lo cedió a Gimnasia y Esgrima La Plata.
Santiago Silva. 13 y 4. Vino de Universidad Católica de Chile con 37 partidos jugados y siete goles. A los 37 años entusiasmó por su profesionalismo, pero cierto desorden táctico lo limitó: bajaba demasiado y cuando los extremos arrancaban, quedaba lejos para hacer el pase a la red o para el desarrollo de la jugada. Talleres lo trajo con un contrato alto, según su directiva y trató de rebajarlo. Silva no aceptó y, tras algunos cabildeos, se fue.
Victorio Ramis. Como “9″, 15 jugados y 4 goles. Kudelka lo usó casi siempre de extremo. De 9, apartir del receso del torneo de Primera. Fue aceptable su tarea. Inolvidable su gol a Boca. Fue vendido a Godoy Cruz, en un 50%.
Nahuel Bustos, paso anterior. 38 jugados, 15 tantos y cuatro asistencias. Del club. Debutó con Kudelka contra la banda, ya que así jugaba en reserva. O eventualmente era enganche. Con Vojvoda, jugó de “9″, tuvo más continuidad, hizo cinco goles y fue cedido a Pachuca. A su regreso, con el Talleres 2019/2020 de Alexander Medina, explotó. Hizo 10 tantos y fue vendido al City.
Catriel Sánchez. 2 y 0. Debutó en el torneo de Primera División 2016/2017. Pudo convertir varias veces. No tuvo acción en la Superliga pasada y a mitad de temporada se fue a préstamo al fútbol de Ucrania.
Brian Montenegro. 6 y 0. Tuvo una severa lesión. Llegó en la temporada 2018/2019, con Juan Vojvoda, de DT.
Diego Valoyes, inicios. 117 partidos y 22 goles. Llegó como “9″ en 2018 y estuvo a punto de irse porque no daba pie con bola. Con la llegada de Alexander Medina, quien lo tiró a la banda, cambió su suerte. Hasta ese momento había hecho un solo gol y ante Boca, de rebote. De ahí a hoy sumó 22, con 14 asistencias en 117 partidos.
Dayro Moreno. 41 y 10. Parecía que iba a ser un largo romance con Talleres, pero no fue tan así. Fassi lo trajo junto con Palacios para jugar la Libertadores 2019. Terminó jugando 41 partidos, hizo 10 goles y dio 7 asistencias.
Mauro Valiente, Marcos Arturia, Favio Cabral. Pibes del club. Alcanzaron a jugar cinco, seis y dos partidos. Todos sin goles.
Ignacio Lago. 10 y 0. Llegó de Almirante Brown. Sumó 10 partidos.
Carlos Auzqui. 57 jugados, 11 y 7. Como “9″ hizo un solo tanto; por la banda y el centro del tridente de volantes ofensivos, dio lo mejor de su carrera.
Mateo Retegui. 61 partidos y 7 goles. Jugó bastante en un año y medio, pero terminó explotando en Tigre.
Juan Cruz Giacone. 6 y 1. Lo hizo debutar Caixinha y Gandolfi le dio más continuidad.
