En este renacer de Talleres en el tramo final de la temporada, uno de los nombres que le dio esperanzas al hincha albiazul fue Juan Gabriel Rodríguez.
Es el capítulo que también escribe el mendocino para su historia en Talleres. El jueves pasado, abrió un partido ante un Sarmiento que se estaba defendiendo como podía.
Ese tanto fue gracias a que Juan Carlos Portillo desbordó a su marca y metió el centro para un Rodríguez que tuvo la fuerza de las casi 40 mil personas que veían cómo el partido se iba hacia un empate, que al final fue 2-0 por el penal que convirtió Federico Girotti.
“Estoy feliz. Ganamos y mantuvimos el 0. Corregimos en el complemento. ¿El gol? Le agradecí a Portillo. Tenemos que ir partido a partido. Ganar todo lo que nos queda y ver si nos alcanza para pelear el torneo. La cancha de Unión es complicada. Hay que ganar si queremos estar ahí. Hay que hacer un gran partido”, sostuvo Rodríguez.
Los números de Talleres cambiaron: los triunfos consecutivos ante Godoy Cruz y Sarmiento potenciaron sus posibilidades de dar alcance al líder Vélez y, sumado al título de Copa Sudamericana que ganó Racing de Avellaneda ante Cruzeiro, quedó de nuevo en zona de Copa Libertadores 2025.
Rodríguez también festeja. Llegó a seis goles en 48 partidos, cinco de cabeza y 10 partidos jugados (nueve completos) de los últimos 13. Y, como subcapitán o capitán de campo de la “T”, porque Guido Herrera es arquero.
Hace unos meses estaba perseguido por las lesiones musculares y entrenándose apartado a la espera de que llegara una oferta que conformara al jugador y a la “T”.
No pasó mucho.
Un calvario
Tras el receso de Copa América y antes de ir de pretemporada a Rusia, el plantel volvió a entrenarse con todo, pero el mendocino fue apartado junto con Nahuel Bustos, Gustavo Bou y David Romero para salir de la “T”. Se terminaron yendo a San Lorenzo, a un equipo de Entre Ríos y a Unión La Calera de Chile, respectivamente.
Rodríguez no pudo.
Liga de Quito y Tigre fueron los destinos que surgieron, aunque finalmente no hubo acuerdo. La primera oferta no le cerró al club. La segunda, al jugador.
Aparecieron los propios compañeros, quienes llegaron a pedirle al presidente Andrés Fassi por su regreso. Ya lo habían hecho antes por los que ya no estaban.
También lo hizo Walter Ribonetto. Y un día volvió a entrenarse con el plantel.
“Tino” lo llevó de a poco hasta que se fue. Hasta hizo un gol con Independiente Rivadavia de Mendoza. Para ganar 2-1 y tras ir perdiendo por 1-0.
Ese había sido su último tanto, allá por la 8ª fecha de la Liga Profesional, jugada el 17 de agosto, y literalmente terminó el juego, después del chequeo de VAR.
“Pasé momentos feos, mi familia y mis compañeros me ayudaron. Hoy dimos un paso adelante y una muestra de carácter. Obvio que está en las posibilidades clasificarse, iremos al Monumental a buscarlo. Ojalá podamos hacerlo”, dijo Rodríguez, apenas terminado ese partido.
Más reflexivo, dio más detalles. “Fue muy importante, en lo personal y más que nada en lo grupal. Lo necesitábamos. Tenemos una final en River. ¿Qué pasó en el mercado de pases? Fassi salió a aclararlo un poco. De entrada le dije que me quería quedar. La oferta estaba. Un poco querían que me fuera. Pero acá estoy. Dije que me quería quedar. ¿La cinta de capitán? Sentí mucho orgullo. Se me cruzaron la familia, mi hija, amigos, toda la gente que estuvo detrás de este momento que pasó”, agregó en zona mixta.
Su psicólogo, Marcelo Roffé, se expresó en sus redes. “¡¡¡Juan querido!!! Todo llega si uno está dispuesto a entregar todo por ese objetivo: felicitaciones, Juan, después de un buen año, te ningunearon de una manera insólita y te sacaron de la pretemporada. Te quisieron sacar de encima de prepo y vos te plantaste. Hoy te pidieron disculpas y volviste a ser titular, capitán y a hacer un gol que vale un partido. Sólo vos sabés lo que sufriste...”, arrancó el mensaje del reconocido profesional que trabajó en la selección argentina.
“¡Muchísimas gracias, Marce! Agradecido por estos cinco años de trabajo y aprendizaje, sin dudas fuiste muy importante en estos momentos que me tocó transitar, injustos o no. ¡Seguimos adelante! Y este premio al esfuerzo es grupal, así que ¡disfrutemos!”, fue la devolución del propio Rodríguez, tratando de cerrar un capítulo y abrir otro.
También se expresó su representante, Ignacio Vilariño, quien escribió: “Orgulloso de ser parte de este gran equipo. Nada es casualidad. Vamos por más, Mariscal, siempre a tu lado en las buenas y en las malas mucho más”.
Como se mencionó, hizo su sexto gol en la “T” en 48 partidos. Jugó a gran nivel, casi en plenitud en este segundo paso de Alexander Medina. El clásico ante Belgrano, frente a River y frente a Racing, los tres de los pocos partidos en los que la “T” pudo mantener el cero en su valla.
“¿Quién soy? Rodríguez, un pibe que juega al fútbol y lo disfruta. Me tocó bajar muchas categorías, pero logré lo que quería. El fútbol me pegó un poco, pero quería estar en un club como Talleres. En inferiores me pusieron de central, pero más chico fui 5. En River, me pusieron de central. Me sentí cómodo. Lo hice porque me gustaba”, supo contar a La Voz.
En poco más de tres meses, alcanzó algo que parecía imposible. Ganó la preferencia del DT, no se lesionó más, convirtió su sexto gol en la “T” y fue nombrado subcapitán.