“Señores pasajeros, quería darles la bienvenida a Córdoba. Sólo quería recordarles una cosa… Talleres ya salió campeón... Talleres ya salió campeón... Se lo dedicamos a todos la r… p madre que los re….”.
El 5 de marzo pasado, el plantel regresaba de Paraguay donde le había ganado a River, en definición por penales, y Nahuel Bustos se había tomado la licencia de saludar a los pasajeros del chárter albiazul, feliz porque el regreso era con la Supercopa Internacional.
A casi tres meses de conseguir ese anhelado título, el vuelo de retorno a Córdoba este miércoles a la madrugada, venía en silencio. Unas horas antes, el primer equipo albiazul había quedado afuera de todo. Estaba fresquita la derrota por 2 a 1 ante un modesto São Paulo de Brasil, que le había ganado sobre el final, y después de que también se confirmara el 2-2 entre Libertad de Paraguay y Alianza Lima. Un resultado que para el equipo peruano había sido clasificatorio. Algo que Talleres no pudo conseguir. De la misma manera en que fue eliminado de Copa Argentina, Apertura de Liga y Libertadores, después de aquel torneo ganado.
Fueron turbulencias qué aparecieron en un momento impensado y que no se fueron más. A diferencia de las que hubo en el avión de regreso y que duraron unos segundos. Fue lo único que alteró la normalidad en un vuelo qué venía casi en silencio. La derrota había pegado. Apenas si se cortó con algo de música qué sonó bajita y por algunos momentos. Había resignación y bronca. Por lo que se escapó en el MorumBIS y en las eliminaciones anteriores.
Talleres, sin todos
El vuelo no estaba completo, esta vez. Miguel Navarro, quien había denunciado a Damián Bobadilla de São Paulo, por xenofobia se había ido hacia otro destino para incorporarse a la selección de Venezuela. Tampoco estaban Guido Herrera y Gastón Benavídez, quienes fueron referentes de esa consagración en Paraguay.
El arquero fue suplente, tras haber superado un desgarro que lo habia marginado del segundo tiempo ante Instituto y de los partidos con Libertad y Alianza Lima más allá del que se jugó en el MorumBis. “Chaco” tenía una lesión en el tobillo y no llegó, pero se vino con la familia al igual que Matías Catalán.

Herrera y Benavídez tienen promesa de salida, y probablemente sean negociados al igual que Sebastián Palacios y Cristian Tarragona, ya fuera de las delegaciones desde que asumió Mariano Levisman, el joven DT albiazul que completó el interinato que dejó Pablo Guiñazú, tras el 1-2 ante Instituto con la frase “si pasó algo en el vestuario o no, déjame que me lo guarde”.
Arrancó la definición del Talleres de los ciclos cumplidos” del que hablo Andrés Fassi y que ahora tendrá nombres propios. También se terminará el de los interinatos ya que que en las próximas horas se definirá quién será el relevo de Alexander Medina. Cuando el plantel vuelva a entrenar, ell 11 de junio, ya estará presente.
Diego Cocca, listo
Fassi cerró a Diego Cocca, a quien el club anunció este miércoles como nuevo entrenador del club.
El ex DT de México, quien será presentado este jueves, deberá ponerse al frente de un equipo que jugará solamente el Clausura en el semestre y que en tabla anual deberá llevarlo del puesto de descenso directo a la clasificación de Libertadores o de Sudamericana.
El nuevo DT definirá varias cuestiones. Participará de la decisión final de Herrera, de si Juan Portillo seguirá en la zaga o irá al doble cinco al fin. Si llegarán jugadores para puestos qué restan cubrir como en la cobertura de bandas, en las que Schott y Navarro a veces son insuficientes.
En el MorumBIS se escribió el capitulo final de plantel más caro de la historia como lo definió Fassi.
Debe escribirse el de un Talleres necesario para todos. Con identidad y protagonismo. Será un proceso complejo, nada sencillo.