El gran presente de Miguel Merentiel no pasa desapercibido en Europa. Tras destacarse en el último Mundial de Clubes, el delantero uruguayo de 29 años despertó el interés del Sevilla, equipo que dirige el argentino Matías Almeyda.
Merentiel, que se ganó un lugar como uno de los referentes del Boca de Miguel Ángel Russo, ya tuvo un breve paso por el Viejo Continente. Jugó en el Valencia Mestalla (filial del club español en la cuarta categoría) y en el Lorca FC, equipo que desapareció en 2022. Sin embargo, fue en Sudamérica donde logró consolidarse, con pasos por Godoy Cruz, Defensa y Justicia, Palmeiras y, desde 2023, en Boca Juniors.
El atacante tiene contrato vigente con el Xeneize hasta diciembre de 2027, tras haber firmado una extensión a principios de este año, que incluyó una mejora salarial y un nuevo vínculo por cuatro temporadas. La cláusula de rescisión está fijada en 18 millones de dólares, una cifra que no representa un obstáculo insalvable para varios clubes europeos si realmente deciden apostar por el uruguayo.
Por ahora, la dirigencia de Boca no recibió una oferta formal, aunque sí hubo contactos informales con el entorno del futbolista para conocer su situación contractual y sus intenciones ante la posibilidad de emigrar a una liga más competitiva.
En caso de que el Sevilla decida avanzar, el club de la Ribera podría enfrentarse a una decisión clave. Merentiel es uno de los jugadores más queridos por los hinchas, y su salida implicaría no solo una baja sensible en lo futbolístico, sino también una posible inyección económica que permitiría ir en busca de un reemplazo de jerarquía.
Los números de Merentiel en Boca
Desde su llegada a Boca proveniente del Palmeiras, Merentiel se transformó en una pieza indispensable en el ataque. Nacido en Paysandú, el uruguayo disputó 124 partidos oficiales y se consolidó como uno de los jugadores más regulares del plantel en las últimas temporadas.
En ese recorrido, marcó 43 goles y brindó 15 asistencias, dejando en claro su impacto en el área rival y su capacidad de asociarse en el frente ofensivo. Su potencia física, entrega constante y olfato goleador lo convirtieron rápidamente en un favorito de la Bombonera.