El Mundo Talleres vive una etapa de innovación táctica y resultados vitales, impulsada por una apuesta arriesgada y sorpresiva del entrenador Carlos Tevez. Tras una secuencia de partidos desafiantes, los triunfos cruciales ante Vélez y Platense, ambos ganados por 1 a 0, no solo permitieron a la “T” conservar la categoría sin depender de otros resultados, sino que también proyectaron al equipo hacia la firme chance de clasificar a los octavos de final del Torneo Clausura, dependiendo ahora de un resultado positivo ante Instituto.
El elemento disruptivo y determinante en este renacimiento fue la dupla de extremos integrada por el brasileño Rick Lima Morais y el colombiano Luis Miguel Angulo.
Este nuevo sistema de juego fue parte de un esquema innovador dispuesto por el cuerpo técnico. Detrás de la puesta en escena de un mediocampo con cuatro volantes centrales, incluyendo jugadores como Matías Galarza, Mateo Cáceres, Juan Portilla y Ulises Otregoza, vino el recurso de los dos veloces delanteros Rick y Angulo.
Así como “el Apache” dejó de lado la propuesta de salir a jugar con un enganche o un “10″ como lo fueron Rubén Botta, Emanuel Reynoso y Luis Sequeira (apartado por indisciplina), en el mismo acto resolvió apostar a la velocidad y al cambio de ritmo de Rick y de Angulo, sin un “9″ como Federico Girotti o Nahuel Bustos.
El propio Carlos Tevez explicó la lógica detrás de la audaz modificación. “Buscaba un medio más aguerrido. Vélez no se lo esperaba. Me la jugué por Rick y por Angulo porque los vi muy bien en la semana. Se nos hizo un partido cuesta arriba, pero me gustó”, sostuvo “el Apache”
La inclusión de Angulo y de Rick se combinó con cuatro cambios respecto a la derrota ante River, la que generó esta movida, y fueron claves para asegurar la permanencia y asomarse a la posibilidad de clasificar a octavos de final si vence a Instituto este domingo, a las 17, en Alta Córdoba.
Son como dos flechas que se potencian y, cuando apelan al recurso de la diagonal, complican al rival. Mejorar la definición es el paso siguiente, a la espera de los goles que deben llegar.
Los delanteros tienen la prioridad, son rápidos y furiosos, difíciles de marcar. Están en ascenso, y Talleres necesitará más y más de ellos.
Rick: el desequilibrio esperado
La expectativa sobre Rick Lima Morais sigue siendo importante en el Mundo Talleres. Si bien el DT Tevez le dio más continuidad que Alexander Medina y los interinos Pablo Guiñazú-Mariano Levisman, es en estas últimas “finales” por la permanencia cuando su aporte comenzó a cumplir con las expectativas. Tevez tenía la convicción de que el brasileño podía potenciarse con goles y asistencias, a pesar de que solo registra un gol en 31 partidos con el club.
En la dupla con Angulo, el brasileño ha ofrecido una solución ofensiva y se convirtió en un dolor de cabeza para los rivales. Rick ha logrado recuperar la forma que tanto impresionó en sus mejores presentaciones. Anteriormente, el brasileño había sido figura al ingresar en el complemento ante Rosario Central, cuando se destacó por sus piques y diagonales. También fue figura en el clásico ante Belgrano en el Apertura, donde anotó su único gol en la “T”, un golazo desde fuera del área, cuando mostró su capacidad para sacarse de encima a dos marcas y abrir espacios para ataques profundos.
Rick, quien fue una alternativa más allá del esquema defensivo rival (atrayendo marcas y golpes con cinco, cuatro o tres defensores), superó una instancia que lo sacaba de eje justamente ante Vélez y Platense. El presidente Andrés Fassi ha depositado mucha confianza en el delantero, hasta señaló que Rick “va a ser uno de los extremos más importantes de los últimos 30 años de Talleres” y pidió darle tiempo, incluso comparó su proceso de adaptación con el de Valoyes. Fassi ha mencionado que, si cumple sus objetivos deportivos, “Rick podría llegar a valer U$S 30 millones”.
La superación de la fragilidad física
Un factor que ha condicionado a Rick ha sido su historial de lesiones y su fragilidad física, que a menudo lo dejaba en el suelo tras los roces. Entre sus incidentes se encuentran un esguince de rodilla sufrido en el debut de Libertadores contra São Paulo y, más recientemente, una fractura de tabique nasal tras ser interceptado por el volante Matías Galarza Fonda en una jugada de práctica. A pesar de ser operado y usar una máscara, incluso en un partido contra Independiente el rival Lomónaco lo volvió a golpear en el tabique.
Sin embargo, Rick parece haber dejado atrás esta racha de inconvenientes para consolidarse como el factor de desequilibrio que Talleres necesita en esta etapa definitoria.

Angulo: el resurgir
Luis Miguel Angulo, extremo izquierdo de 22 años, no había tenido el retorno esperado a Talleres hasta el partido contra River. El delantero, repescado junto con Luis Sequeira tras un buen desempeño en Central Córdoba (donde fue campeón de Copa Argentina y jugó Libertadores), fue definido por Fassi como un “gran refuerzo”.
Angulo había tenido poco rodaje, sumó solo 209 minutos en ocho partidos iniciales e ingresó siempre como suplente. Incluso una lesión muscular lo alejó por cinco partidos antes de reaparecer. Con Tevez, Angulo empezó a ganar terreno. Inicialmente, fue considerado como relevo del brasileño Rick. Sin embargo, la sequía de los “9” (Federico Girotti y Nahuel Bustos) y la ausencia de Depietri le abrieron una puerta más grande.
Ante Vélez (61 minutos) y Platense (75 minutos), el colombiano fue titular por primera vez desde su vuelta y resultó gravitante en ambos triunfos. El DT Tevez quedó conforme con su desempeño en la dupla con Rick. Angulo se convirtió en una solución en el ataque, aunque el dúo todavía no ha podido convertir goles.
El éxito de la fórmula Rick y Angulo, combinada con el cerrojo de los cuatro volantes centrales, ha sido el motor para asegurar la permanencia en la categoría y enfrentar el último desafío del Torneo Clausura, con la mira puesta en los octavos de final.























