Paulo Dybala acababa de convertir un gol. Pero no hubo nada de felicidad ni de abrazos.
Fue ahí, en ese preciso instante, cuando sintió un tirón en su pierna izquierda y las imágenes negativas empezaron a bajar en su cabeza.
Paulo pensó en el Mundial, pensó en Qatar, en la selección argentina. En lo que significaba esta Copa del Mundo para su carrera. En la frustración de Rusia 2018 con un técnico como Jorge Sampaoli que nunca lo quiso ni supo usarlo.
También en el qué dirán. En sus últimas inoportunas lesiones y en esa espina que tiene por no haber demostrado (aún) todo su potencia con el equipo nacional.
Todo eso pasó por la cabeza de “la Joya” mientras caminaba rengueando hacia el banco de suplentes y lo recibía su entrenador en AS Roma, el famoso José Mourinho, que lo adora.
Pero tendría, horas después, una mala nueva que comunicar: “Es difícil volver a ver a Paulo hasta 2023″.
La frase rebotó en todos los medios de prensa y pegó duró también puertas adentro del cuerpo técnico que encabeza Lionel Scaloni, que consideraban a Dybala como un jugador importante, valorado.
Que obviamente no parte como titular en el 11 ideal de Argentina, pero sí es una pieza de recambio importante, de jerarquía.
Como delantero y también como sustituto ideal de Lionel Messi. Por algo aparece en el pizarrón que se ubica detrás de propio Scaloni cuando da la lista de los 26 convocados y se lee clarito en esa posición de mediapunta: Messi/Dybala. Titular y primera alternativa.
De las horas más tristes a las más felices
Dybala sufrió una lesión en el cuadríceps femoral de la pierna izquierda al patear un penal en el triunfo 2-1 ante Lecce, el 9 de octubre por la novena fecha de la Serie A italiana, y entonces se temió por su presencia en el Mundial.
Las primeras horas fueron muy duras para Paulo y su entorno.
El ex-Instituto vive con su pareja, la cantante Oriana Sabatini, quien junto con su grupo de trabajo y familiares intentaron contenerlo.
El correr de las horas empezó a traer las primeras novedades alentadoras. Y los estudios arrojaron que había una ínfima posibilidad de estar en Qatar.
Pero había que arriesgar y mucho para acortar los tiempos al máximo posible.
Con el respaldo de su club, la Roma, donde rápidamente se ganó el afecto de todos (compañeros, directivos e hinchas), Paulo fue por el milagro.
El oriundo de Laguna Larga se fijó un plan diario de muchísimo trabajo y usando toda la tecnología que tenía a disposición.
No se quería perder este campeonato en Qatar por nada del mundo.
Era su obsesión y un punto clave para decidir fichar por Roma luego de quedar libre de Juventus.
El propio Mourinho le prometió ayudarlo a recuperar su mejor nivel, para volver a ser considerado por Scaloni.
“Nos debe una botella de vino”, dijo el portugués en referencia a Scaloni, luego de que Dybala arrancó en gran nivel la Serie A.
“El año pasado, cuando vino de la Juve, Dybala estuvo en el banco. Le dije que era un muy buen jugador y hoy se lo volví a decir. Es increíble cómo cambia todo. Scaloni quizás nos debe una botella de vino para festejar que le recuperamos un jugador de elite de cara a Qatar”, supo decir Mourinho.
La lesión parecía ser otro contratiempo para Paulo, acostumbrado a levantarse de los golpes de la vida y del fútbol.
Su plan de recuperación tuvo cuatro puntales:
- Cinco horas de trabajo físico diario.
- Múltiples sesiones de kinesiología por día.
- Infiltración de plasma sanguíneo rico en plaquetas. Deportistas como Rafael Nadal, Tiger Woods y Kobe Bryant usaron este método, que ayuda a regenerar el músculo lesionado.
- Dieta estricta.
Así, Paulo acortó los tiempos de recuperación de la lesión sufrida el 9 de octubre y pudo ser incluido por Lionel Scaloni en la lista definitiva de 26 futbolistas de la Argentina.
“Intento dar lo mejor de mí para el equipo, pero también para lo que viene. Por eso, traté de apretar los tiempos lo más posible”, remarcó el ex-Instituto luego de volver a jugar el pasado fin de semana ante Torino.
Demostró en pocos minutos que está intacto: generó un penal y pegó un tiro en el travesaño que derivó en el empate. Cambió el partido.
“En los últimos 20 minutos, me parece que creamos más (situaciones) que en los últimos partidos. Cuando un jugador como Paulo no juega, es muy difícil para nosotros. ¿Cuántos puntos más tendríamos si hubiéramos tenido a Dybala en las últimas seis fechas?”, se preguntó Mourinho, que otra vez estaba orgulloso de su muchacho “especial”.
“Para nosotros es una alegría tenerlo porque lo apreciamos y merece la oportunidad. Estamos contentos de tenerlo”, dijo días atrás Scaloni, que tuvo una charla mano a mano con Paulo en la que le confirmó que estaría en la lista.
Todo sucedió en las horas previas a este 15 de noviembre, cuando Paulo Dybala cumplió 29 años.
“Estas viejito”, le escribió en Instagram Cristian “Cuti” Romero, otro de los cordobeses de la selección y, quizá, su gran amigo en “la Scaloneta”. Ambos se hicieron muy compinches entre mates y charlas en las concentraciones de Ezeiza.
La felicidad de Dybala quedó clarao cuando llegó a sumarse al equipo nacional. Los abrazos, las risas, los chistes delataban que quería más que ninguno este Mundial.
Argentina debutará en Qatar 2022 contra Arabia Saudita el 22 de noviembre por el Grupo C, que completan México y Polonia.
Y allí estará Paulo Dybala, esperando la oportunidad para demostrar que este de Qatar puede ser “su” Mundial. El que tanto esperó. El que tanto buscó. Su zurda está lista para demostrarlo.
