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El Belgrano superpoderoso que jugaba en el Gigante de Alberdi fue más que terrenal en la noche de este miércoles y perdió 0-2 ante Barracas Central, por la fecha 23 de la Liga Profesional. Fue pobrísimo el nivel futbolístico del equipo conducido por Guillermo Farré, que se quedó en 34 puntos a cuatro fechas para el final del certamen. El lunes que viene visitará a Colón para terminar con la dura racha de visitante que lo afecta: seis sin triunfos en esa condición.
Brian Calderara, a los 9 del PT, y Francisco Álvarez, a los 17 del ST, marcaron los goles.
El clima en el Gigante de Alberdi, en el que no se vieron banderas por la sanción luego de las bengalas en el clásico con Instituto, estuvo enrarecido. Incluso hubo exacervados reclamos para con el árbitro Pablo Dovalo. Las 35 mil personas en la cancha terminaron ofuscadas para el todo: la derrota, el nivel del equipo y el arbitraje.
El resumen de la TV de Belgrano 0-Barracas Central 0
La crónica del partido
De arranque Belgrano detectó que Barracas no salió a defenderse ni a esperar. Propuso discutir la posesión. Y eso que se paró con una línea de cinco, aunque completada con laterales que iban al frente.
De hecho, la primera del partido fue un derechazo de Mauro Penipil, el lateral derecho.
Belgrano se dispuso con un 4-4-2 en el que Zapelli se replegaba a la izquierda cuando el equipo no tenía la pelota. Y se soltaba cuando sí la ganaba. Y eso de que Barracas iba al frente no fue exageración. Otra vez la derecha fue el lugar para atacar. Y así llegó un centro que Brian Calderara empujó en el otro extremo del área. Iban nueve minutos.
Con la ventaja, ya sí Barracas se replegó. Y Belgrano empezó a sentir el rigor de la desventaja. Y la ansiedad. Cada pase fallido era una reprobación desde la tribuna.
Belgrano estuvo adormesido en ese arranque. Aturdido. Sin lucidez.
Tanto que Nahuel Losada evitó el 0-2 luego de un tiro libre. Así de mal estaba el equipo. Sin salida, sin pase, sin potencia. Eran momentos de asambleas de jugadores de Belgrano, que se iban dando indicaciones para ordenarse y progresar en un partido que se había vuelto un perno.
Encima, el clima se caldeó con el árbitro Pablp Dóvalo ante cada fallo. En la gente, la idea de que cada cobro era un favor para el club del presidente de la AFA rodeó cada insulto disparado. Sobre todo en los momentos en los que el partido estuvo ralentizado por jugadores de Barracas que se iban desplomando en el campo. En medio de esa dinámica de queja absoluta, Pablo Vegetti gesticuló por un supuesto penal. El clima estaba así mientras Belgrano no prosperaba. Y así se fue el primer tiempo, con Belgrano sin crear una jugada de riesgo para el arco de Andrés Desábato. Apenas un remate de derecha lejano de Ulises Sánchez.
Y esto. Lo último de lo último fue un cabezazo esforzado de Vegetti que cayó en el techo del arco. Y nada más. Poco Belgrano para 45 minutos.
El complemento
En el inicio del segundo tiempo, el DT Guillermo Farré hizo lo que se esperaba : cambios. Adentro Guillermo Pereira y Ariel Rojas por Barinaga y Torres. Igual, en ese inicio, poco cambió. Barracas siguió siendo el dueño de los tiempos. El estadio y el equipo quedó atrapado en ese run run con el árbitro y los fallos divididos. Tanto que Francisco Álvarez marcó el 2-0 y lo festejó a lo Nahuel Bustos, con brazos cruzados mirando desafiante a la tribuna, desde donde volaron botellas de agua.
Belgrano corría desesperado por la cancha, sin ninguna acción que le genera esperanza.
Ni siquiera las siguientes variantes le dieron impulso a un equipo superado. Muy superado. En algún momento se vio a Vegetti y a Farré decirse algo que pareció a un reclamo sobre lo que estaba pasando en cancha. Encima, Rodrigo Insúa tiró un firulete y se picó el clima. Ese Belgrano desarmado desanimó.
Ni en los minutos finales pudo revertir una actuación olvidable.
