El Mundo Talleres respiró aliviado porque el primer equipo aseguró la categoría y automáticamente se proyectó hacia las chances de que clasifique hacia octavos de final por la Zona B del Clausura, grupo que habita como séptimo de los ocho que están ingresando y que sostendrá si vence a Instituto en la última fecha.
El escenario actual se construyó con dos victorias, una mejor que la otra. Fueron los 1-0 ante Vélez y Platense, con un equipo que Carlos Tevez encontró y en el que apeló a un recurso inédito y vital en medio de un año crítico y en una gestión en la que, hasta el partido en Liniers, solamente había repetido una vez la misma formación.
El DT de Talleres utilizó un innovador medio campo de cuatro volantes centrales con Matías Alejandro Galarza, Mateo Cáceres, Juan Camilo Portilla y Ulises Ortegoza para afrontar la recta final del Clausura, una apuesta táctica que resultó fundamental para conservar la categoría y posicionar al equipo con opciones reales de clasificación.
Fue toda una novedad ya que en el inicio de la era Tevez, el debut con San Lorenzo fue con los tres enganches Rubén Botta, Luis Sequeira y Emanuel Reynoso como titulares. Luego, fue con uno, dos y ninguno hasta que el ex Colón y Tigre volvió a tener la prioridad. Botta llegó a principios de 2024 en reemplazo de Rodrigo Garro, quien había sido el “10″ anterior en 2022 y 2023 hasta que fue vendido a Corinthians.
Este esquema inédito fue implementado de manera sostenida en los dos últimos compromisos, con el objetivo principal de conseguir la permanencia y superar un semestre o un año que el propio Tevez calificó de “muy duro”.
Inédito y efectivo
El cuarteto central está formado por Matías Alejandro Galarza, Mateo Cáceres, Juan Camilo Portilla y Ulises Ortegoza. La primera señal de este cambio se dio en un ensayo previo ante Racing de Nueva Italia, donde la entrada de Portilla (venía de la doble fecha Fifa con Colombia) en lugar de Federico Girotti marcó la “salida a escena” de este nuevo medio campo.
Tevez dejó al “9″ sentado en el banco, cuando se esperaba la salida de Galarza ya que cuando habían jugado con el colombiano, la complementación no había sido buena. El movimiento fue previo a los partidos con Vélez y Platense, tras el golpazo sufrido ante River. Específicamente, Tevez realizó cuatro modificaciones en la alineación titular en comparación con el encuentro anterior donde Talleres había caído ante River por 2 a 0.
Los resultados de la innovación fueron inmediatos y decisivos:
- Victoria 1 a 0 ante Vélez (dirigido por Guillermo Barros Schelotto). El gol fue anotado por Cáceres y la asistencia provino de Portilla con un gran pase entre líneas.
- Victoria 1 a 0 ante Platense. El tanto fue de Ortegoza, culminando una de las mejores jugadas colectivas del mejor primer tiempo de la era Tevez (destacando el pase de Catalán a Angulo y la posterior llegada de Ulises).
Estos triunfos no sólo le permitieron a Talleres asegurarse la permanencia (ayudado también por las derrotas de rivales directos como San Martín de San Juan y Godoy Cruz), sino que lo colocaron con la posibilidad de clasificar a octavos de final, logro que se materializaría si vence en el clásico.
El resurgir del cuarteto
La movida Tevez cambió la gravitación de cuatro futbolistas, quien ya supo decir que el nivel de varios jugadores es de “uno o dos puntos más”. En medio de la crisis numérica y deportivo, Galarza, Ortegoza, Portilla y Cáceres no estaban dentro de los que “se salvaban” según el presidente Andrés Fassi.
Veamos el caso por caso.
Portilla, casi en Brasil. Fue el que más jugó en el Clausura, aunque el jugador no estará disponible para el próximo encuentro por haber sido convocado por Colombia para la doble fecha Fifa. su juego estaba en cinco o seis puntos, ahora dispone de una función creativa. Llegó a meter una asistencia y tuvo que resolver de primera, lo que no hicieron Botta y Reynoso en funciones creativas. Tevez solamente no pudo disponer del colombiano cuando se fue a la selección y cuando entrenó apartado hasta que se resolviera el interés del Mineiro de Brasil.
Galarza salió de la intrascendencia jugando bien atrás. Cada vez que jugaban juntos con Portilla, no se complementaban. Eran intrascendentes. Hasta en la era Tevez, ocurrió. Luego el DT retrasó al ex Argentinos hasta la altura de los centrales para poder salir jugando. Otro acierto, cuando ya empezaba a ingresar en la lista de prescindibles.
Ortegoza, de estar casi afuera, a casi un relojito. Regresó al equipo después de haber sido expulsado ante Godoy Cruz, en un momento crucial en el que Talleres iba camino a un desempate con Aldosivi. Se había quedado afuera por tres fechas y Tevez, que se había enojado por las expulsiones irresponsables. Lo ubicó como sobre la izquierda y fue gravitante. Hasta pudo convertir. En los últimos dos mercados pudo irse, en uno de ellos habló de la chance de partir a Universidad de Chile para poder volver a la selección.
Cáceres, pocos minutos. Fue el penúltimo refuerzo en debutar como titular. De los minutos iniciales ante Godoy Cruz a no salir más en los últimos cuatro encuentros. Tuvo que ir a reserva para ganar minutos junto con Matías Catalán y José Palomino, justamente ante “el Tomba”. Hizo un gol tremendo e importante ante Vélez. La “T” lo compró.
El éxito del esquema fue rápidamente reconocido por el cuerpo técnico. Tevez consignó haber encontrado el equipo y por eso lo repitió. Tras el triunfo ante Platense, el DT destacó que el equipo hizo un gran primer tiempo, mostrando “el Talleres que nosotros como equipo queremos ver”.
El propio Tevez reconoció que la sintonía fina con los jugadores comenzó a lograrse en la semana anterior al partido contra Vélez, cuando empezaron a encontrar el equipo. El director técnico observa que en este sistema, los jugadores se sienten “mucho más seguros para poder jugar”. La decisión de repetir la alineación fue fundamental para darle confianza a los once que ya habían jugado muy bien contra Vélez.
Ahora, con la “mochila” del descenso quitada, Tevez cree que el equipo dará “unos pasos más agigantados” hacia el modelo de Talleres que él desea. El próximo objetivo será trazado con los jugadores cuando vuelvan a entrenar.
El tope al enganche
Este innovador enfoque táctico de Tevez, basado en la solidez y la distribución equilibrada de los cuatro volantes centrales, marca un quiebre respecto a una costumbre de años con entrenadores anteriores y que priorizó el uso de un enganche.
Talleres mantuvo un enfoque en la figura del enganche durante cuatro temporadas. Esta función fue realizada por Rubén Botta en 2024 y 2025, quien actualmente se encuentra en el banco como parte de un plan B y no ha ingresado en los últimos juegos.
Además, la posición se había reforzado con el regreso de Emanuel Reynoso (quien tampoco ha tenido minutos tras su última lesión), a principios de años y la repesca de Luis Sequeira (apartado para entrenar aparte debido a indisciplina, aunque arrancó siendo prioridad).
Antes, la presencia de Rodrigo Garro en las temporadas 2022 y 2023 había sido clave para entrenadores como Angel Hoyos (duró poco y el ex Instituto fue intervenido de mensicos), Caixinha y Javier Gandolfi.
La implementación exitosa de Galarza, Cáceres, Portilla y Ortegoza sugiere que, bajo el mando de Tevez, la estructura de los cuatro volantes centrales ha pasado a ser la prioridad táctica para lograr la consistencia y los resultados en este tramo decisivo del campeonato.

























