Nada es para siempre en el Mundo Talleres. Después de haber logrado la Supercopa Internacional frente a River en definición por penales la semana pasada, el equipo de Alexander Medina reanudó anoche su participación en el Apertura de la Liga Profesional y no le gustó la imagen que le devolvió ese 0 a 0 qué registró ante Rosario Central en un estadio Mario Kempes que fue poblado por 46 mil personas.
El marco tenía la expectativa de que el envión de ese título logrado en la Nueva Olla de Asunción del Paraguay tuviera un efecto mágico que le permitiera enderezar el andar de primer equipo en las posiciones y en la cancha.
Ni lo uno, ni lo otro. Ni sorpresa ni decepción. Talleres mostró una realidad que le alcanzó para hacer historia ante River a un partido, pero que en este Apertura sigue siendo escaso para sus aspiraciones de ser protagonista.
Volvió a ser un equipo que supo disimular sus limitaciones defensivas ante un rival que se le animó un ratito. Sin embargo, en la gestación y en la producción le costó armar el circuito de juego planificado. En primera instancia con Botta y Galarza Fonda; luego con Reynoso y compañía; y finalmente con una u otra conducción, las terminaciones volvieron a fallar. Pasó otro partido, directamente sin marcar.
La “T” suma 6 puntos y está a cuatro de Lanús, el último de los ocho que estarían clasificando a la fase siguiente. Y lo que se le viene, lo obliga a mejorar en todo aspecto.
El sábado, a las 21, visitará a Sarmiento (7). Después, Talleres abrirá su participación en Copa Argentina con el partido que jugará contra Deportivo Armenio, el miércoles 19/3, a las 18, en Colón de Santa Fe por 32avos de final, mientras que el 30/3 (en principio) será la reanudación del Apertura de la Liga ante Belgrano. El 2 de abril arrancará la Fase de Grupo de la Copa Libertadores, que tendrá su sorteo el 17 de este mes. En las próximas horas habrá cumbre del presidente Andrés Fassi con el DT Alexander Medina por el tema “refuerzos”. El mercado cierra mañana, pero nadie puede asegurar que llegue alguien más, ya sea para el sector ofensivo o defensivo.
Partido chico
Un Talleres sin que graviten Rubén Botta o alternativas como Matías Galarza Fonda o Emanuel Reynoso no tiene mucho futuro.
Anoche el partido se fue posando sobre cada uno de ellos para que la “T” pudiera lastimar. Sin embargo, eso no pasó. Porque no hubo sociedades, por la imprecisión de cada uno y por el rival.
Talleres se encomendó a Rick y al tándem que pudo hacer con Gastón Benavídez y luego con Schott, hasta la entrada de Reynoso. Fue lo único que le permitió un Rosario Central que tampoco tuvo en Ignacio Malcorra ni en Jaminton Campazz a las soluciones esperadas. Lautaro Giacone y Enzo Copetti se batieron en soledad, algo que también habló de las intenciones de Holan.
El partido pudo ser grande al inicio cuando ambos aceptaron el juego directo y parecía que el cero tambaleaba. Pero duró un ratito. Nada más. Luego ambos volvieron a sus realidades. Para la “T” quedó la amarga sensación que, por sus habituales falencias, no supo ni pudo aprovecha el envión de la segunda estrella.