Es fin de temporada y todo suena así. Probablemente recostado en la cama del hotel de Arizona y esperando que este domingo salga el vuelo para Miami, Ángel “Pato” Cabrera está relajado y sabiendo que su regreso a las competencias internacionales, en Estados Unidos, tuvo buen resultado.
Terminó bien el año. Capaz no como él esperaba o, mejor dicho, como él deseaba porque sabía que podía alcanzar los cinco lugares vacantes para tener habilitación full, full. Y no se dio, por muy poco. Pero eso tampoco parece alterarlo. Más bien fue tratar de aprovechar la última chance y ganar todo y no conformarse con poco, como fue su carrera, como es su juego.
—Ángel ¿fue buena la temporada?
—¿Qué te parece? Jugué 12 torneos, fui quinto en el British Open y cuarto acá en Estados Unidos. Gané un torneo de la gira europea y fui tercero en otro. Y empecé a jugar la gira en junio.
—¿Cómo te hace sentir?
—Y… muy bien. Volví a jugar para divertirme, para hacer lo que más me gusta, para competir con los mismos con los que lo hicimos en la gira regular por tantos años. El 80 por ciento de los jugadores nos conocemos hace más de 20 años de todos los circuitos, porque la mayoría son del PGA, pero hay otros con los que jugamos en Europa y otros que venían eventualmente a jugar acá.
—¿Pero las ganas de ganar están intactas?
—Obvio, yo siempre salgo a jugar para ganar, pero es diferente… Antes, capaz me enojaba y me duraba varios hoyos. Ahora, no; capaz que sea porque sé que puedo. Además, vine a jugar para divertirme.
—¿Cómo vas a armar tu próxima temporada?
—Y… tengo que sentarme a ver y esperar saber cuáles son los torneos que puedo elegir. Calculo que serán entre 16 y 18 de un total de 28, pero no depende de mí solo; también depende de lo que diga la PGA.
—¿Europa está en esas posibilidades?
—No. En principio sólo jugaría el British Open, porque es un Major, es el Abierto y este año fui quinto, pero Europa no tiene ahora el mismo nivel de antes. No lo digo por los jugadores, ni por los premios; es muy diferente a jugar acá (Estados Unidos): los servicios al jugador, la distancia de los hoteles a las cancha… Son comodidades que también influyen.
Los otros aspectos que juegan
Capaz también sume en contra la distancia de los viajes al Viejo Continente con respecto a un viaje a Estados Unidos y la continuidad de torneos de jerarquía. Su nueva vida, su reciente matrimonio, su pequeño hijo, los nietos que llegaron por sus hijos más grandes, la gran relación entre todos ellos. Todo eso hace una diferencia con respecto a las giras largas de antes.
—¿Ahora te tomás vacaciones?
—No, ja, ja… Voy a jugar el Abierto del Litoral, en Rosario. Es un gran torneo y está por medio Ricardo González. Después, sí, pero me quedo acá por lo menos a pasar las Fiestas de fin de año. Ya veré qué manda el calendario de la PGA.
—Además de los torneos de la Champions Tour, vos podés jugar el Masters en Augusta y este año no pudiste. ¿Te gustaría volver a jugar?
—Sí, por supuesto. Pero no depende sólo de mí, sino de una invitación, como a todos los que juegan este torneo. Yo lo gané y, por lo tanto, estoy habilitado para jugarlo de por vida, pero la organización se reserva el derecho de invitar. Pero no es algo que hoy me preocupe. 20 años jugué el Master entre 2001 y 2019. Después, vino la pandemia. Lo gané, el saco verde está en mi casa y mi nombre grabado en el historial. Eso no es poco, pero también hay que estar muy bien preparado para jugar en esa cancha. Siempre fue larga y ahora lo es más; es la más difícil y siempre está muy bien preparada. Yo, si voy a jugar, quiero ser competitivo. Hay cosas que son muy interesantes, como compartir la cena de los campeones, el torneo de par tres, es una gran cita. Pero te repito, todos dependemos de la invitación de los socios del club.
—Físicamente estás bien.
—Sí, en el parate de la pandemia me pude operar y hacer una buena recuperación, pude curar otras lesiones y, la verdad, estoy muy bien, mejor que antes de la pandemia.
—¿Y jugar por acá?
—Algunas fechas de Argentina y tengo muchas invitaciones de buenos torneos en Brasil y el resto de América que voy a tener en cuenta. Pero todo más cerca de Argentina.
Así, Cabrera, el mejor jugador argentino de golf del último tiempo, el único argentino que ganó dos Majors, el que mejor ranking mundial alcanzó, ahora disfruta de jugar en otro ritmo. Pero con las mismas ganas de siempre.