Nicola Pomoli apenas pudo jugar 11 minutos en la caída de Instituto el sábado por la lesión en la zona del abdomen sufrida en el segundo partido de la final de la Liga Nacional de Básquetbol frente a Boca. No entró a la cancha en la segunda mitad, una muestra de lo complicado que está el uruguayo, un jugador de los que siempre quiere jugar.
Al momento de dejar la Bombonerita la cara de Pomoli lo decía todo. “Estoy complicado”, le contó a La Voz a la pasada.
“Los tres partidos que Nico no pudo jugar, los perdimos”, sumó el entrenador Lucas Victoriano. El técnico se refiere al segundo duelo de la serie final, en la que se lesionó el charrúa y miró desde el banco el cierre del cotejo. No pudo estar en el tercero, jugado en el Sandrín, y en el quinto no estuvo cómodo, no pisó el parqué en el segundo tiempo y lo sintió Instituto. Apenas tomó cuatro tiros (dos de dos y dos triples) que no pudo anotar.
“Él está haciendo un esfuerzo también, es una locura lo que hace. Una locura. Está jugando con el corazón”, aseguró Victoriano.
“No debiera jugar y creo que lo vamos a hablar porque no quiero que se lastime más de lo que está. Ya hizo todo lo posible por estar y vamos a hablar con él, a ver también cómo se recupera, pero es difícil. Él quiere estar, pero no es fácil”, completó el DT sobre el uruguayo.