Después de largos ocho años, Interlagos volvió a tener un piloto brasileño en la parrilla de salida. El último exponente fue Felipe Massa, en 2017. La presencia, a pesar del fuerte accidente que sufrió en la carrera Sprint, del joven Gabriel Bortoleto le dio ánimo y esperanza al pueblo paulista para llenar las gradas del circuito José Carlos Pace, con fervor y esperanza.
Gastar y provocar con cánticos a los argentinos -que acá fueron muchísimos-también llenó de fervor a la torcida, que como con el futbol o el carnaval, palpitan la categoría suprema con mucha fiesta y diversión.
Los nuestros, que a partir de Qatar 2022, exhiben con altanería la albiceleste y chapean con la camiseta argentina, se la colocan con el orgullo de saber que es la casaca campeona del mundo y desafiaban todo el tiempo.
Estaban dispersos por las distintas tribunas gastando y hostigando a los lugareños, pero sin generar hostilidad. La convivencia existió y fue sana todo el finde, como así también la rivalidad.
Parece increíble, pero dos pibes muy jovencitos como Franco Colapinto (22 años) y Gabriel Bortoleto (21) promovieron una movida interesante, siendo los dos más promesas, que realidades, pero tanto uno como el otro, están forjando la experiencia necesaria para seguir fortaleciendo sus posiciones dentro del marco de esta disciplina que es tan cruel, que no perdona muchas equivocaciones.
Hay que andar en punta de pie para que no te crucifiquen después de accidentes como los que sufrieron ambos el sábado.
Ellos fueron los únicos sudamericanos de la grilla, vienen de las categorías formativas y deben absolver con carácter y temperamento todas las novedades o sorpresas que van surgiendo en sus caminos. Coincidentemente, salieron a pista con la responsabilidad de saber que debían mejorar porque esta picadora de carne así lo exige.
La Fórmula 1 lleva en su ADN la convicción de saber que en una lista, donde solo hay 20 compitiendo, un número doblemente superior de aspirantes, está al acecho, como fieras, tras las chances de una butaca para poder conquistar.
Todo se mide por dinero. Si sos un rookie, solo hay dos caminos, o convertís la inversión en resultados que te abran las puertas para seguir, o te volves a casa si esto no ocurre. Pero la inversión inicial te abre la puerta porque los pergaminos hacen suponer que talento tenes, solo falta dinero para demostrarlo.
La mayoría ingresó por esa puerta, para algunos fue o será de vaivén, para otros, el zaguán de ingreso a un nuevo y próspero mundo.
Jugó tan fuerte toda la presión de ser dueño de casa que en la segunda vuelta, Bortoleto quedó afuera. Con su abandono se acabaron las gastadas tribuneras y la tranquilidad se instaló en el autódromo.
Franco hizo lo que el manual indicaba, no había muchas chances, largó con gomas medias, las hizo durar lo más que pudo y evitó riesgos. Entró a boxes en la vuelta 30 y regresó a pista con blandas, a seguir rodando.
La amenaza de lluvia perduraba, pero no llegaba, y al ser tan traicionero el circuito, unas gotas hubiesen complicado a varios.
Mientras todo esto sucedía, el mundo se maravillaba una vez más con Max Verstappen, quien no sabe de rendiciones y les demostraba que está por encima de todos.
En la vuelta 44, Colapinto nuevamente paró y colocó gomas medias para intentar no volver a parar hasta el giro 71, que determinaba el cierre de carrera.
Vertiginosamente no había chances ciertas de provocar sorpresas, seguir girando y aprender era lo lógico en un fin de semana donde los nubarrones lo acecharon también a él, dentro y fuera de la pista. Como saldo positivo se debe quedar con el día viernes porque a las 10.43 de la mañana Alpine avisó que por un año más, seguirá con ellos.
Eso es una bocanada de aire fresco y un alivio que el piloto del auto 43 estaba esperando. Va por su tercer año, lo que no es poco.
De manera muy contundente cuando lo abordamos al término del evento dijo: ”la carrera fue muy larga, el auto no anduvo bien, la estrategia nuestra fue poco arriesgada, parecida a la de los autos de adelante y por ende, no pudimos avanzar".
“Tendremos que reveer todo para la próxima. No tuvimos grip, con las gomas muy blandas fue peor. El cambio de chasis no nos benefició”, terminó diciendo el piloto de Alpine, yendo de un lado a otro del corralito, respondiendo preguntas que en diversos idiomas colegas de todo el mundo le disparaban unos tras otros.
Pierre Gasly volvió a sumar. En definitiva, el fin de semana paulista no resultó para Franco, pero si para su equipo, que se quedó con dos puntitos cosechados entre sábado y domingo.
La que viene es en la casa del juego. Las Vegas será una ruleta para nuestro compatriota, que le quedan tres chances en el año para intentar ganar unidades en el campeonato. En definitiva, él sabe que es algo que está pendiente de cumplir ante el equipo y querrá saldar esa deuda en alguna de las restantes.
Trabajará tras ese objetivo y más ahora que fue nominado piloto de la empresa.

























