El presente de Franco Colapinto en Alpine transcurre sin novedades ni sobresaltos. El piloto bonaerense continúa cumpliendo su rol de reserva en la escudería francesa de Fórmula 1, y volverá a ocupar ese lugar en el Gran Premio de Miami, del 2 al 4 de mayo, tal como estaba previsto desde hace semanas.
Tras estar presente en las dos primeras citas del calendario (Australia y China), Colapinto regresó a Europa, donde trabajó en el simulador de Enstone y participó de una prueba TPC (con autos de al menos dos años de antigüedad) en el circuito de Monza. La única modificación en su agenda 2025 fue su ausencia en el Gran Premio de Arabia Saudita. Aunque inicialmente estaba contemplada su presencia, el equipo optó por mantener a Paul Aron como piloto suplente, tal como había ocurrido en Baréin.
El arribo de Colapinto a Alpine, oficializado en enero, generó presión interna en el equipo, especialmente sobre Jack Doohan, quien afronta su primera temporada como piloto titular. El director de la escudería, Oliver Oakes, reconoció que la situación generó “ruido innecesario” y que, desde dentro, no se hizo mucho por apaciguar el ambiente.
En medio de esa tensión, surgió el rumor —infundado— de que Doohan tenía un contrato por solo seis carreras, incluyendo la última de 2024. Algo improbable, ya que en la Fórmula 1 no existen contratos tan breves, aunque sí cláusulas de rendimiento, tanto a favor de los pilotos (como la famosa de Max Verstappen para salir de Red Bull si no tiene un auto competitivo), como de los equipos, que les permiten remover a un corredor si no alcanza los objetivos esperados. Basta recordar el caso de Sergio “Checo” Pérez, quien fue notificado de su salida antes siquiera de comenzar a cumplir su nuevo contrato, y sin margen para conseguir otra butaca.
El rendimiento de Doohan ha mostrado altibajos. Si bien tuvo buenos momentos en clasificación y sesiones de práctica, ha tenido dificultades para sostener el ritmo en carrera. En Arabia Saudita, tras el abandono de Pierre Gasly en la primera vuelta por un toque con Yuki Tsunoda, el australiano quedó como único representante de Alpine en pista, pero no logró destacarse. Tampoco lo favorecieron los accidentes sufridos en Australia y Japón —este último causado por no cerrar el DRS en la primera curva, tras un error replicado del simulador—, que generaron daños por más de 1,5 millones de dólares, en una era donde rige el tope presupuestario.
A nivel general, el rendimiento del equipo tampoco es para celebrar: apenas acumula seis puntos en cinco carreras, todos sumados por Gasly en Baréin. No obstante, el arranque es mejor que el de 2024, cuando Alpine no logró puntuar en las primeras cinco fechas. La comparación entre Doohan y Gasly, sin embargo, no es del todo justa: el francés atraviesa el mejor momento de su carrera y tiene mucha más experiencia. Aun así, el nivel del australiano también está por debajo del que muestran otros debutantes, como Isack Hadjar o Kimi Antonelli.
Según medios especializados como The Race, el equipo utilizará el receso veraniego europeo —que comienza tras el GP de Hungría, el 3 de agosto— como momento clave para evaluar el futuro de Doohan. Por ahora, todo sigue su curso: en Miami, Colapinto volverá a cumplir su rol de reserva, tal como se había planificado.
En el fondo, dos certezas marcan el pulso de esta historia: el rendimiento manda y, detrás de todo, está Flavio Briatore. El histórico dirigente de la F1 ha demostrado en más de una ocasión que los escrúpulos no guían sus decisiones. Basta recordar cuando orquestó una colisión deliberada de Nelsinho Piquet para favorecer a Fernando Alonso. ¿Habrá cambios en el horizonte? Es posible, pero hoy, todo sigue tal como se había planteado desde el inicio del año.