José María López correrá este fin de semana en Brasil las 6 Horas de Sâo Paulo, quinta fecha de la temporada del Campeonato Mundial de Resistencia (WEC, por su sigla en inglés). “Pechito” corre con un Lexus, que viene de menos a más, dentro de la divisional LMGT3, que se desarrolla bajo el paraguas de Toyota.
Este martes, el riotercerense habló con La Voz en Vivo sobre su presente y también sobre la situación que atraviesa Franco Colapinto en la Fórmula 1.
“Hace casi 10 años que estoy en la estructura de Toyota. Ahora hace dos años que estoy en el proyecto de GT3. Siempre en el mismo campeonato (el WEC), pero antes estaba en el Hypercar y ahora con el Lexus, que es la marca premium de Toyota con un proyecto nuevo y desarrollando un auto nuevo que va a salir el año que viene. La última carrera fue Le Mans, que es la más importante del año y que es la que todo el mundo quiere ganar”, contó desde Mónaco, en donde vive hace casi 10 años.
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Sobre su presente deportivo, contó: “El año pasado nos costó bastante. Un proyecto nuevo, un auto nuevo, que se armó desde cero. Este año estamos bastante mejor. Si bien da un poco de bronca el hecho que hemos tenido el auto para estar entre los tres primeros en todas las carreras, inclusive para ganar, no hemos podido redondear un fin de semana. Las carreras de resistencia, al ser tan largas, entre un safety car (auto de seguridad) en un momento en el que no tiene que entrar o que pase algo en la estrategia para que se te arruine un poco la carrera... Si bien son carreras largas y te dicen ‘bueno, tenés tiempo para recuperar’, pasa que te agarran este tipo de cosas en momentos que no están previstos y te pueden entorpecer el resultado. Pero lo bueno es que estamos siempre peleando y creo que de acá a fin de año vamos a poder conseguir ese podio que tanto buscamos. En Imola se nos escapó y en Qatar, la primera carrera del año, que realmente estábamos muy bien, tuvimos un abandono muy temprano y eso hizo que nos quedáramos sin nada”
Consultado sobre cómo es su preparación física y a qué detalles le presta atención, reveló: “El mayor problema que hay sobre estos autos en los que corro es el calor y la cantidad de horas que estás arriba del auto. Físicamente hablando, no es el auto más difícil que me tocó manejar; hay autos que son más físicos (en cuanto a exigencia). El problema es el calor. Siempre fui fanático del entrenamiento. Desde muy chiquito me enseñaron eso y siempre me gusta estar más preparado de lo que necesito porque a veces salen oportunidades, como el año pasado, que estaba en GT3 y corrí en Le Mans en el Hypercar por lesión de un compañero. El entrenamiento mío es el gimnasio, algunos complementos de las partes que más necesitás en el auto, como la parte del cuello, la espalda, los lumbares, brazos. Y la parte abdominal, sobre todo esa parte, más que nada por los accidentes. Y me gusta mucho la bici. Hace seis o siete años que empecé a hacer bici. Al principio era por un tema de peso, que es algo importante en los autos. Estar uno o dos kilos más bajo del peso que necesitás pueden ser una o dos décimas, que en una carrera larga es una ventaja muy grande. Me entusiasmé, me gusta mucho y lo he tomado como una forma de vida también. Tengo tiempo para hacerlo y, como apasionado del deporte, (la bici) me parece un deporte muy lindo”.
“Pechito” tiene una amistad con Franco Colapinto, el piloto argentino que hoy nos representa en la Fórmula 1. Es que Franco se fue a vivir a Mónaco y, al ser vecinos, comparte tiempo con el cordobés. El presente deportivo de Colapinto no es el mejor. Pero en relación a ello, López analizó: “El piloto, más allá de la tecnología, es siempre la parte que conecta al auto primero con los ingenieros; es el que siente. Uno puede tener mucha electrónica, pero nada es tan preciso como las sensaciones que pueda pasarle el piloto. Obviamente, son carreras de autos. Cuando el auto no funciona, es muy difícil poder pelear, sobre todo en categorías como la Fórmula 1, como vemos a Franco, que no cuenta con un auto para pelear adelante. Pero sí uno puede hacer cosas para mejorar el potencial y ese rendimiento. Sacar el máximo de lo que uno tiene. Ejemplo como Verstappen, que es uno de los mejores pilotos de la historia, que uno lo ve con un Red Bull que no funciona como tendría que estar porque, si uno saca los puntos que sumó Red Bull este año, son prácticamente todos los puntos que sumó él. Hay muchos pilotos que logran hacer diferencia así; algunos más, otros menos. Y hay otros pilotos que necesitan un auto para hacer diferencia. No es fácil, pero siempre lo lindo es el trabajo que no se ve. Uno trabaja mucho con el ingeniero. Se deben entender para sacar adelante. A mí siempre me gustó el desafío. He estado en los mejores autos, pero también he estado en condiciones difíciles. Y es en esas condiciones difíciles donde uno más aprende, uno saca más lo mejor de sí y aprende cosas que seguramente no aprendería de otra forma. Como en la vida...”.
El riotercerense se destacó a lo largo de su carrera por su capacidad para sacar lo mejor de los autos: el Renault de Fórmula 1 que sacó dos veces campeón del mundo a Fernando Alonso, el Citroën con el que fue tres veces campeón del WTCC, el Hypercar de Toyota y ahora el Lexus en LMGT3: “Hay pilotos que son un poco más sensibles que otros y tienen esa capacidad para ver o sentir cosas y transmitírselas al ingeniero de la mejor manera para que esa persona las interprete bien. Obviamente, también está la capacidad de esos ingenieros del equipo de transformar esas cosas en performance en el auto”.
Otra inquietud sobre la que respondió es cuánto pesa lo económico para poder llegar a la Fórmula 1. Y dijo: “Lo económico no es determinante para mí. Depende de dónde uno venga y cómo haya construido su carrera. Obviamente es muy importante. Hay gente que con mucho presupuesto y no teniendo las condiciones que tienen otros pilotos, se ha subido a un Fórmula 1. Y se lo ve también en otras categorías. En mi carrera deportiva, siempre trato de destacar el hecho de que nunca tuvimos que salir a buscar la ayuda económica para estar donde estuve. Siempre me lo gané en base a pruebas y subiéndome a un equipo que me hacía previas con 10 o 12 pilotos más y me ganaba el puesto. Si en algún año hubiera habido algún apoyo mínimo, sí se hubiera dado lo de la Fórmula 1, a fines de 2003 con Minardi. No era mucho lo que estábamos hablando, era muy poco. Porque a veces uno se encuentra con que llegás a un lugar y tenés más condiciones o las mismas condiciones que otro piloto, pero ese otro piloto tiene un apoyo económico y ese dinero a ese equipo le sirve mucho. Despúes, tenés pilotos que han entrado directamente por la puerta grande, que se suben a autos de equipos ya formados y con mucho presupuesto que no necesitan de ese dinero. Por ejemplo, Alonso se subió a Minardi con el apoyo de Telefónica; cuando estuvo en Ferrari, tuvo el apoyo de Santander. Hay también apoyo y eso no significa que, si tenés talento, sin apoyo no llegás. Lo necesitás. Hay casos y casos. En el caso de Franco, él ha tenido la oportunidad de estar en un momento de Argentina que se ha dado algo que no pasaba hace mucho tiempo, que la Fórmula 1 despertó el interés de muchas empresas y también Franco despertó el interés por su forma de ser, sus condiciones y surgió un apoyo muy importante a través también de lugares que a lo mejor uno no estaba acostumbrado. Y está muy bueno”.
En relación a su relación con Colapinto y el consejo que le da, contó: “Intercambié algunos mensajes con él y no es fácil, sobre todo cuando uno es joven y está en un lugar en el que uno tiene que demostrar, como es la Fórmula 1. La Fórmula 1 es lo más lindo que le puede pasar a uno como píloto, pero es un lugar difícil. Hay muchas presiones, muy pocas butacas disponibles y muchísimos pilotos trabajando cada segundo para poder ocupar un lugar de alguien que está. Siempre trato de decir, desde mi humilde parecer, porque un poco lo viví, uno no se tiene que olvidar del lugar donde está. Uno es un privilegiado de estar ahí porque hay muchos pilotos a los que les gustaría estar ahí. Y no dejar de vivir el momento y de disfrutarlo. Y más allá de las presiones que, claro, es fácil decirlo. Y trabajar, poner la cabeza y dar todo con los ingenieros, en este caso, hablando puntual, tratar de mejorar ese momento del auto y siempre con una actitud positiva que uno es tan bueno como lo fue en la última carrera. Uno puede ser el rey en una carrera, porque le fue bárbaro y sumaste puntos. Te voy a dar el caso del piloto brasileño, Bortoleto. En la carrera pasada, sumó puntos, hizo un carrerón y terminó por delante de su compañero de equipo. Impresionante lo que hizo. En la última carrera, cometió un error, se pega y el compañero de equipo salió tercero y le dio el primer podio al equipo (Sauber) y primer podio para Hulkenberg en su carrera. De rey a ser el peor del grado. Eso te da la pauta de que el deporte en sí te da una posibilidad nueva en cada carrera. ¿Las cosas fueron mal en esta carrera? Bueno, no importa. Hay que aprender, seguir, mirar para adelante y no quedarse en ese momento. Es juntar fuerzas e ir con todo a lo que viene. Esa que viene es una oportunidad que tiene que ser la carrera de mi vida".