Si de voces autorizadas en el automovilismo se trata, Carlos Sainz es una de ellas. El cuádruple campeón del Rally Dakar habló sobre el presente y el futuro de Franco Colapinto en la Fórmula 1 y, además de elogiar sus condiciones, le dejó una advertencia sobre lo que debe evitar para consolidarse en la categoría.
“En la F1 uno tiene mucha exposición, mucho ruido. Él tiene que centrarse en lo suyo, hacer su trabajo lo mejor posible. Estoy seguro de que, haciéndolo bien, es un gran piloto y tendrá su hueco en la F1. El problema es la política, pero hay que tratar de aislarse un poco de todo el ruido”, declaró el español en diálogo con Abriendo Pista.
Aunque nunca compitió en Fórmula 1, Sainz conoce la categoría de cerca por la trayectoria de su hijo, Carlos Sainz Jr., actual piloto de Williams y con pasado en Ferrari, McLaren y Renault (hoy Alpine).
Lo cierto es que, si algo no le faltó a Alpine en la actual temporada, fue ruido: primero con la salida de Jack Doohan, que derivó en la promoción de Colapinto como compañero de Pierre Gasly; luego, con las polémicas declaraciones de Flavio Briatore, jefe de la escudería, quien incluso admitió que pudo haberse precipitado en subir al argentino al equipo titular.
Pese a ese contexto, el piloto de Pilar asegura sentirse fortalecido: “(Briatore) es duro con todos y su manera de motivar a la gente puede parecer excesiva si no lo conoces. Me ha hecho mucho más fuerte mentalmente. Estoy muy agradecido, por supuesto, por la oportunidad que me dio, pero también por todo este proceso que estamos atravesando”, dijo en el podcast Beyond The Grid.
Por lo pronto, Colapinto tiene contrato por varios años con Williams, aunque esto no le garantiza un asiento para la próxima temporada. El propio Briatore reconoció que la definición será entre él y el estonio Paul Aron, piloto reserva del equipo, y que la resolución llegará en las próximas carreras.
Mientras tanto, el apoyo hacia Colapinto sigue firme y el argentino se mantiene expectante, con un consejo de Sainz que resuena fuerte: trabajar en silencio y aislarse del ruido político de la Fórmula 1.
