El Gran Premio de Azerbaiyán no dejó buenas sensaciones para Franco Colapinto, que terminó en la 19ª posición tras un inicio prometedor en el circuito urbano de Bakú.
El argentino, que había partido 16°, avanzó hasta el 13° lugar en las primeras vueltas, pero un incidente con el tailandés Alex Albon condicionó por completo su carrera.
La largada había sido auspiciosa para el piloto de Alpine. En la vuelta 7 ya se ubicaba 13°, con buen ritmo y expectativa de seguir escalando.
Sin embargo, la ilusión se desmoronó poco después de su paso por boxes en el giro 17. Allí, tras cambiar neumáticos medios por duros, recibió un toque de Albon que lo relegó al fondo del pelotón.
Su rival fue sancionado con 10 segundos, pero para Colapinto el daño ya estaba hecho: perdió mucho terreno y quedó sin chances reales de remontada.
Desde entonces, la carrera del argentino se volvió cuesta arriba. En la vuelta 26 estaba último y en la 38 seguía en la misma posición, lejos de cualquier pelea.
Apenas en el giro 43 pudo superar a su compañero Pierre Gasly, un alivio menor que evidenció otra vez las dificultades de Alpine, uno de los equipos más flojos de la temporada. Finalmente, cruzó la bandera a cuadros en el puesto 19, con sabor amargo.
Mientras tanto, arriba en la clasificación, Max Verstappen volvió a demostrar su jerarquía. El neerlandés tomó la punta en el noveno giro y no la soltó más.
Con un andar firme y sin fisuras, se quedó con la victoria y se metió de lleno en la discusión por el campeonato, que lo sigue teniendo en la persecución de los líderes. El podio lo completaron George Russell y Carlos Sainz.
La fecha en Bakú dejó así dos postales bien distintas: la frustración de Colapinto, que vio arruinada una buena carrera por un toque inoportuno, y el dominio de Verstappen, que reafirmó su condición de candidato.