Franco Colapinto, el piloto argentino de Fórmula 1, compartió sus impresiones tras un desafiante Gran Premio de México, donde largó y terminó en la última posición (16º, debido a cuatro abandonos). A pesar del resultado, el joven ya concentra su atención en el próximo compromiso en Brasil, al que considera “el gran premio de casa”.
Dificultades en México
Colapinto, que en la carrera mexicana vio cómo Lando Norris (McLaren) se quedó con la victoria, reconoció que la estrategia en pista no dio los resultados esperados. Explicó que la elección del neumático duro fue un intento alternativo que, en retrospectiva, “no funcionó”.
Describió la competencia como una experiencia “sin mucho ritmo” y “muy larga”. Incluso reveló el gran desafío que enfrentó durante buena parte del recorrido: “Hice 50 vueltas arrastrándome sin nada de grip”.
Si bien en las últimas vueltas, con el cambio a neumáticos blandos, logró un buen ritmo, admitió que ya era “muy tarde” para revertir la situación. Fue claro al evaluar el rendimiento global del equipo: “Nosotros, la verdad, que como equipo no teníamos ritmo y nos costó mucho”. De cara al futuro inmediato, remarcó la necesidad de “laburar para la siguiente oportunidad”.
Entusiasmo por el “gran premio de casa”
Superado el desafío mexicano, Colapinto se muestra entusiasmado por la próxima parada del calendario en Brasil.
Considera la cita brasileña como “el gran premio de casa” y espera una gran presencia de compatriotas. Está “contento” y con “muchas ganas de ir allá y disfrutarlo con todos ellos”.
Su objetivo es claro: “Ojalá que andemos bien para... darles un lindo resultado”.
Respecto a la expectativa de mejora tras la compleja carrera en México, cerró con una nota de optimismo. Afirmó que el margen para el error es mínimo: “Lo bueno es que peor no se puede ir, así que nada, de acá para arriba. Ojalá que mejoramos un poco”.
