Lando Norris es el nuevo campeón de la Fórmula 1. El inglés de McLaren necesitaba subirse al podio en Abu Dhabi para asegurarse la corona sin depender de nadie… y lo hizo: terminó tercero y cerró una temporada histórica, rompiendo por fin el dominio que Max Verstappen había construido en los últimos años.
El neerlandés ganó de punta a punta en Yas Marina, pero su triunfo no alcanzó para arrebatarle el título al piloto que marcó la regularidad más sólida de 2025. Oscar Piastri, la tercera pieza del triángulo definitivo, fue segundo.
El premio mayor quedó sellado sin dramatismo: el podio que se vio desde la primera parte de la carrera —Max adelante, Piastri detrás, Norris asegurando su lugar— terminó siendo el que definió el Mundial.
La película del domingo, vuelta a vuelta
Verstappen llegó a la última fecha con 12 puntos de desventaja respecto a Norris y necesitaba ganar sí o sí, esperando además que el británico no estuviera entre los tres primeros. Largó desde la pole y cumplió su parte con autoridad, pero Norris jamás perdió el foco: mantuvo su ritmo, administró las ruedas y nunca salió del podio que lo coronaba.
Piastri también soñaba con el campeonato, a 16 puntos del líder. Tuvo ritmo para pelear mano a mano, llegó a liderar un tramo a mitad de carrera, y aun así su segundo puesto sólo confirmó que la temporada de McLaren fue tan potente como pareja.
Colapinto, otro golpe en un cierre de año que no levanta
Para Franco Colapinto fue otro domingo cuesta arriba en un 2025 que le dejó más preguntas que certezas. El argentino terminó 20°, lejos de la pelea y repitiendo los problemas que arrastró durante todo el fin de semana con Alpine.
Arrancó bien el viernes, pero después todo se desmoronó: cayó al fondo en los entrenamientos, se quedó afuera en la Q1 por dos vueltas anuladas y en carrera volvió a sufrir falta de ritmo. Llegó a avanzar ocasionalmente por las detenciones ajenas, pero a medida que la competencia se estabilizó, regresó al fondo de la tabla.
Una temporada floja para Alpine, que ya piensa en 2026 y en una reconstrucción obligatoria para sostener a su piloto argentino en condiciones competitivas.
Un campeón sin fisuras
Norris cerró el Mundial con la misma fórmula que lo sostuvo toda la temporada: constancia, podios y un nivel parejo incluso en las carreras donde McLaren no fue el auto dominante. Los tres candidatos habían llegado igualados en victorias (7 cada uno) y el británico tenía ventaja en segundos puestos, lo que podía definir cualquier empate. Pero no hizo falta apelar al reglamento fino: el podio en Abu Dhabi lo resolvió todo.
McLaren vuelve a tener un campeón del mundo después de más de cuatro décadas. Verstappen extendió su dominio a nivel rendimiento pero no le alcanzó para la aritmética final. Y Piastri se confirmó como una amenaza real para las próximas temporadas.
Abu Dhabi cerró un campeonato vibrante. Y coronó al hombre que más presión supo absorber cuando había demasiados pilotos demasiado cerca. Norris es campeón del mundo. Y lo hizo a lo grande.






















