Este viernes 13 de junio, Montevideo amaneció fría, húmeda y ventosa. Los 10 grados que se registraron de mínima en la mañana no estarán muy lejos de los 13/14° que harán entre las 19 y las 20, justo cuando la final del Súper Rugby Américas 2025 comience a jugarse. En el Estadio Charrúa, desde las 19.36 (tal como lo indica el horario de la transmisión televisiva, se podrá seguir por ESPN4), Dogos XV visita a Peñarol, en busca de su segundo título en la competencia en la que debutó en 2023, precisamente el mismo año en el que disputó su primera final en este mismo escenario.
El plantel, que llegó el miércoles a Montevideo, tras viajar en colectivo y evitar las horas de espera en aeropuertos o traslados desde la terminal aérea a la marítima (y cruzar en barco a la capital uruguaya), desayunó y, después de la primera comida del día, realizó ejercicios de activación en el mismo hotel en el que se aloja.

Más tarde será el turno del almuerzo y una siesta; alrededor de las 16.30 será el turno de la merienda y posteriormente comenzará el ritual de los vendajes, para después de eso partir rumbo al estadio. El equipo está bien, tranquilo y con la premisa que le dio su entrenador: “Disfrutar de este partido porque no todos los días se juega una final y por qué no saben cuándo podrán volver a jugar otra”.
El pedido de Nicolás Galatro también abarca el “irse vacíos de la cancha, habiéndolo dejado todo”. Y en eso está enfocado el plantel con base en Córdoba. Son muchos los familiares, amigos y aficionados del rugby que entre jueves y viernes van llegando a Montevideo para alentar el equipo. Los jugadores lo saben y también perciben ese cariño y, fundamentalmente, el apoyo de sus seguidores.
Vale recordar que el plantel entrenó lunes y martes pasado en Córdoba, en las instalaciones de Jockey CC. Tras el último entrenamiento compartieron un asado todos juntos y, como es costumbre, entregaron los reconocimientos con los que ellos mismos designan a sus compañeros. Allí, el capitán Valentín Cabral (quien se pierde este partido por resentirse de una lesión) fue elegido mejor compañero; Mateo Sánchez, jugador revelación; y Boris Wenger, mejor jugador del equipo en la temporada.

Esa buena onda y las sensaciones de plenitud se trasladaron a Montevideo, donde entre miércoles y jueves a la mañana se ocuparon de los ejercicios de recuperación. Por la tarde fue el turno del Captain’s Run y se conoció quiénes son los 23 que estarán equipados para la final, aunque todos (en Uruguay y en Argentina) empujarán para el mismo lado.
De a poco, la ciudad uruguaya se despereza y, si no fuera por esa calma que la caracteriza podríamos pensar que nos equivocamos de destino porque los televisores en los bares reflejan la actualidad de Boca y River de cara al Mundial de Clubes, y del otro lado del Río de La Plata. Montevideo empieza a entrar en ritmo, como comienza a palpitarse la final del Súper Rugby Américas. Prácticamente falta todo el día, pero en el búnker de Dogos XV, ya empieza a jugarse.