La magia de un abrazo que cambió una vida. Así describe Salvador Mosso (1978) el giro inesperado que encontró en Caburé Rugby, la primera escuela de rugby inclusivo de Córdoba.
Ex jugador de Urú Curé, parte de Los Pumitas, casado y padre de tres hijos, nunca imaginó que su verdadera vocación nacería lejos de la alta competencia y muy cerca del corazón de chicos que solo necesitaban un espacio para pertenecer.
Caburé nació en 2021 en Urú Curé. Mosso y un grupo de amigos vieron que había jóvenes “sin un lugar donde hacer deporte, sin un lugar donde ser parte”. Decidieron crear un entorno de igualdad para chicos y adultos con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales.
“Me tropecé con este proyecto mágico”, dice Salvador. Lo repite con sorpresa, como si todavía no pudiera creerlo. Ninguno de los 12 o 13 profesionales que trabajan allí tenía una formación específica en discapacidad. “Fue algo que me puso Dios en el camino”, asegura. Y ese camino, afirma, “me cambió la vida”.
Para Mosso, cada entrenamiento es una pausa del mundo. “Cuando yo llego y me dan un abrazo, me olvido automáticamente de todo. Ahí me doy cuenta de lo que es importante”. Los chicos que antes pasaban horas encerrados, sin vida social, hoy encuentran un club, amigos y una rutina que los hace sentirse parte. Pero él insiste: el impacto fue doble. “Pensamos que ellos iban a recibir todo… y sin darse cuenta, nos lo transmitieron a nosotros”.


Caburé creció rápido. Entrenan dos veces por semana y viven el rugby en todas sus dimensiones: gimnasio, pileta, viajes, tercer tiempo y los partidos de la primera. “Es un mundo hermoso”, resume Salvador. El grupo ya compartió experiencias con Toros 15, con Unidos de la U de Córdoba y con clubes de Tucumán, San Juan, Buenos Aires y Córdoba capital. Un recuerdo imborrable fue el Nacional en Tucumán: “Viajamos 40 personas en un bondi, con chicos de todo el país. Fue increíble”.
El logro más grande llegó este año. Cinco jugadores de Caburé fueron convocados a Pumpas XV, la selección argentina de rugby inclusivo, que disputó el Mundial de Mixed Ability en Pamplona/Iruña, España. “Para muchos fue la primera vez que viajaban solos, sin sus papás. Volaron en avión y estuvieron 12 días afuera. Una experiencia hermosa”, relata.

Ahora, Mosso es candidato a Personalidad Cordobesa del Año 2025. Pero él baja la mirada y dice: “Este premio ya es de Caburé. Yo lo tomo así: la distinción es para ellos”. Y agrega, contundente: “Estos chicos ya son campeones del mundo”.
Más que un reconocimiento personal, para él es una oportunidad: “Nos sirve que la gente nos conozca. Necesitamos ayuda por todos lados”. Y mientras habla, vuelve a esa idea que lo guía desde 2021: Caburé es un lugar de felicidad. “Ni loco pensé que esto me iba a cambiar la vida. Pero acá, con ellos, entendí lo que es realmente importante”.
























