El sábado pasado se jugó la segunda fecha del Top 10 A, torneo que organiza la Unión Cordobesa de Rugby, y, en Villa María, San Martín cayó ajustadamente ante Jockey CC (19-21), pero el resultado es anécdotico. Lo que sucedió sobre el final del encuentro fue bochornoso.
Cuando el árbitro Agustín Altabe dio el pitazo final un simpatizante del club local ingresó al campo de juego y lo tomó por el cuello. Rápidamente, personas involucradas en el cotejo (jugadores e integrantes de la mesa) evitaron que la agresión continuara y ayudaron al juez a recomponerse.
Este martes, la Unión Cordobesa emitió un comunicado en el que repudia los hechos e informó que ya se inició el proceso disciplinario.
"Informamos que ya se ha iniciado el proceso reglamentario correspondiente a cargo del Comité de Disciplina de la institución, a fin de investigar el hecho y disponer la correspondiente sanción disciplinaria. Expresamos nuestra total solidaridad con Agustín ante este desagradable hecho y ratificamos el total respaldo hacia todos los y las referees de la Unión que cada fin de semana se desempeñan en los partidos disputados por los clubes afiliados", refirió el comunicado.
Y agregó: “Hechos de este tipo están absolutamente reñidos con nuestros valores y principios por lo que instamos a jugadores, cuerpos técnicos, dirigentes y comunidad del rugby a trabajar juntos por la seguridad y el respeto dentro y fuera de la cancha y erradicar la violencia de nuestro deporte y de la sociedad”.
