¡Bienvenido, Rugby Social! Indica el sitio web de Belgrano y de esta manera la entidad da el puntapié inicial, o mejor dicho el kick off, a una nueva disciplina en el marco del polideportivo. El rugby es la flamante incorporación celeste, la novedad, un espacio distinto para chicos y chicas que se animen a probar un deporte diferente a los que ya viene ofreciendo el club de barrio Alberdi.
“Sumar esta actividad significa sumar posibilidades, sumar a chicos que tienen dificultades para realizar la práctica de un deporte que incluye el pago de una cuota. Este es un espacio libre de costo y abierto a todas las familias con niños y niñas de 5 a 12 años, que deseen practicar un deporte diferente, algo distinto, que se sale del fútbol, la estructura madre del club”, le cuenta Juan Buteler, coordinador deportivo de polideportivo de Belgrano, a Mundo D.
La actividad comenzó hace poco más de un mes y tiene al frente a un gran conocedor del rugby social: Javier Ramón. El exjugador de La Tablada hace muchos años que trabaja en esta rama del deporte, es el entrenador del seleccionado argentino de rugby para sordos y desde hace tiempo viene insistiendo para sumar la disciplina al Celeste. “Hace muchos años que vengo trabajando para que traten de jugar la mayor cantidad de personas al rugby, un deporte que yo lo jugué 35 años”, remarca y se identifica con los colores del club. “Soy simpatizante e hincha”, dice el ex primera línea azulgrana mientras los chicos corretean a su alrededor, guinda en mano.
“Los clubes están quedando chicos y hace falta que empecemos a crear más espacios; Belgrano nos dio la posibilidad de traer este proyecto y es un desafío para mí. Después de algunos años de idas y vueltas, porque es un deporte que tal vez no era típico en un club muy futbolero; y de insistir, de mantener reuniones y tratar de demostrarle a directivos y a la gente de Belgrano que es un deporte que lo pueden practicar todos, de todas las edades, talla, peso, mixto y de diferente manera, empezamos a trabajar bien desde las bases”, define Ramón, y aclara que su desafío también pasa por enseñar la esencia del deporte a chicos que no conocen o nunca vieron la disciplina.
Buteler remarca que la idea surgió por motivación de Javier Ramón, quien quería el juego a un espacio inclusivo para la gente del barrio y aledaños al club. “Estuvimos viendo las posibilidades, barajando opciones sobre cuál era el ideal y el espacio acorde, ya que tenemos un déficit grande en infraestructura y no queríamos asumir un compromiso que después no pudiésemos cumplir”, explica el dirigente.
El compromiso está y el espacio también. Los días jueves el punto de encuentro es en El Gigante (sobre calle La Tablada, frente a la Cervecería, detrás de la cancha de fútbol sintético, casi esquina Costanera), mientras que los sábados el Predio Social de Saldán (avenida Ricardo Rojas 10500) es el encargado de abrirle las puertas a la actividad.
En su conformación la idea es que tenga un origen social y, en un futuro, poder introducirlo en la Unión Cordobesa de Rugby, pero tanto Buteler como Ramón van paso a paso. “Es un proceso muy largo, pero no nos vamos de lo ideal que es atender a una población vulnerable que no tiene acceso, por distintas razones, a la práctica del rugby”, explica el dirigente.
Y el entrenador reafirma el concepto: “Primero quiero que los chicos aprendan bien el rugby, tenemos que trabajar bien “adentro de la casa” para después salir. Trabajamos con una institución grande, con mucho apoyo, y con las puertas abiertas de la Unión Cordobesa. Hoy es un rugby social, solamente recreativo, participativo, pero una cosa va a ir llevando a la otra e indirectamente estos chicos que están aprendiendo el deporte van a pedir jugar más partidos y seguramente Belgrano podrá tener un rugby de competencia en la Unión Cordobesa”.
En esta tarea, a Javier Ramón lo acompaña Miguel Varela, a quien el exjugador lo tilda de ejemplo. “Él también empezó con 8 años en el rugby social en Villa Urquiza y a los 14 pidió ir a jugar a mi club (La Tablada). Se adaptó perfectamente y hoy forma parte del plantel superior”, describe, y completa: “Él me dijo que quería devolverle a la sociedad y a mí la posibilidad que le brindó el rugby de cambiar su entorno, su vida. El compañerismo que transmite, los valores que te inculca cualquier actividad deportiva–recreativa y que te marcan para toda la vida”.
La actividad despertó mucho interés y poco a poco suma adeptos. Para Buteler, el club debe tener una oferta amplia de deportes y en ese aspecto, Belgrano confirma que es así. El rugby es el último deporte que se sumó en este 2023 a un abanico de posibilidades que ofrece entre otras disciplinas hockey, básquet, vóley y atletismo. “El deporte debe tener una oferta amplia; el rugby abre el abanico de posibilidades para los chicos y no los limita a cerrarse solo en el fútbol, que también tiene un cierto techo por la infraestructura que manejamos en la escuela de fútbol. Con estas alternativas uno puede generar la posibilidad de que se interese por otro deporte y tenga otras posibilidades para representar al club que cada jugador ama”, cierra Buteler.
