Las semifinales esperan por tan sólo un pasajero

Algunas incógnitas comenzaron a despejarse ayer con la clasificación de Córdoba Athletic y Urú Curé a las semifinales como resultado de sus victorias logradas sobre Córdoba Rugby y Universitario (43 a 17 y 31 a 21, respectivamente). Pero aún habrá que esperar una semana más para saber si será La Tablada o el Jockey Club Córdoba el que complete el cuadro de los candidatos a la Copa Enrique "Rudy" Schmal.

Y no será apto para cardíacos, ya que pese a que los de Urca lograron derrotar a Palermo Bajo sumando punto bonus (36 a 20), logrando ubicarse cuartos en la tabla general, el hecho que el sábado venidero tendrá fecha libre lo obligará a esperar.

Jockey CC cayó ante el Jockey de Villa María por 34 a 30 y quedó a dos puntos de Tablada. Por eso los de Urca esperarán una mano del Escarabajo en el Country de barrio Jardín para clasificar.

Será por esta simple razón que el Súper 9 seguirá “prendido fuego” hasta el final. O por lo menos es lo que todos pueden imaginar, ya que más allá del juego matemático realizado, el cierre de la segunda fase no hará más que ubicar el orden de las “semis”. El primero deberá jugar con quien finalice cuarto (hoy sería Athletic-La Tablada) y el segundo con el tercero (Palermo Bajo-Urú Curé) nada menos.

Algo que podría alterarse sobre manera, ya que amén del choque previsto en los fondos del Hipódromo Córdoba, en Soles del Oeste se reeditará el clásico Urú Curé-Jockey VM pese a que estos ya quedaron fuera de la conversación, mientras que el conjunto de Jardín Espinosa será anfitrión de la “U”, un equipo que pese haber quedado lejos, no piensa (ni quiere) abandonar su condición de protagonista del certamen.

Como el que asumió el conjunto azulgrana en Los Boulevares, que pese a tener la certeza que su chance de clasificar se complicaba por depender de otros resultados (de hecho, en un momento del partido estuvo afuera al saberse que se imponía los rojiblancos sobre los verdes) es que asumió el papel protagónico de partido como si fuese una final, como no podía ser de otra manera.

Es probable que no haya brillado todo lo que su gente le exige, pero lo suficiente como para plasmarlo marcando cinco tries (tres en el primer tiempo y dos en el segundo) que llevaban su marca en el orillo. Tanto como para refutar a aquellos que temerariamente se animaron a decir que el local “no había puesto ni las manos” para evitar la derrota.

Es probable, también, que el Bajo no haya lucido como todo lo que su gente espera, pero tampoco se puede negar que si no estuvo a la altura de sus antecedentes fue sencillamente porque La Tablada no se lo permitió, simplemente.