Mateo Sánchez tiene 26 años (los cumplió el 11 de diciembre) y desde hace más de 20 su sueño está ligado al rugby. El fullback comenzó a jugar a los 5 en Córdoba Athletic, el club en el que pasó gran parte de su vida, y en la cancha de barrio Jardín Espinosa debutó en el 15 titular de Dogos XV. Anotó dos tries y fue la figura del partido en el que la franquicia cordobesa goleó (80-29) a Cobras Brasil. “Es un sueño jugar acá, en esta cancha, en un equipo profesional”, le dijo a La Voz unos minutos después de finalizado el encuentro correspondiente a la cuarta fecha del Súper Rugby Américas.
“Se lo merece por todo el esfuerzo que ha hecho, es un buen premio para él. La verdad es que ha hecho un esfuerzo grande y lo viene haciendo desde hace rato”, contó un par de días después, con orgullo, su papá Luis.
Y en ese esfuerzo cuentan, entre otros aspectos, estudiar (y recibirse) una carrera universitaria a la par de su dedicación al deporte. “El Mudo”, como lo apodan por su escasez de palabras, formó parte de dos camadas de Los Pumitas y jugó el Sudamericano M20 en 2017. “Siempre quedaba en los últimos cortes y decidió estudiar, pero siempre con el objetivo de jugar rugby profesional”, confesó su papá.

A los 23 años, el cordobés se recibió de licenciado en Administración de Empresas en la Universidad Católica y decidió irse a España para realizar un máster en la Universidad de Madrid. ¿Conclusión? Jugó un par de temporadas en el rugby español y el máster quedó en pausa.
En junio del año 2024, Sánchez regresó a Córdoba y se sumó al plantel de Athletic. Fue campeón del Torneo Oficial con el club y comenzó a trabajar en un estudio de arquitectura, donde realiza tareas afines a sus estudios universitarios. Pero su foco sigue estando en ser profesional de rugby.
Y ser parte del grupo de trabajo de Dogos XV es un paso más en la concreción de sus metas. ”Mateo tiene mucho, muchísimo talento. Es una gratísima aparición”, reconoció Diego Ghiglione, uno de los entrenadores de la franquicia cordobesa.
Y continuó: “A Mateo la posibilidad de ser invitado le llega a una edad un poquito más avanzada, pero su maduración es ahora y él lo está demostrando de la mejor forma. Es un gran tomador de decisiones en distintos lugares de la cancha, con muy buenas ejecuciones. Tiene mucha templanza para jugar”.

Un jugador hábil y polifuncional
Entre sus habilidades, el fullback de 1,90 metros tiene mucha visión de juego, es desequilibrante en los duelos y, si bien tiene virtudes de zurdo, le pega con las dos. “Está siempre en el apoyo y es muy generoso con el juego. Si tiene que dar la pelota y no hacer el try, la da, y eso es muy positivo para el equipo porque no es un tipo mezquino. Juega en pos del equipo”, explicó Luis Sánchez.
Carlos Moyano fue su entrenador en infantiles y juveniles y destacó que, desde muy chico, Mateo siempre tuvo muchas destrezas y habilidades atléticas. “Mateo era muy habilidoso tanto de fullback como de apertura, con muy buen pie, destreza de mano y un chico que siempre leyó muy bien el juego”, definió el “Gordito” Moyano y aseguró que “el Mudo”, por sus condiciones técnicas, puede jugar de wing, de centro, de apertura o de fullback.
También explicó qué debería trabajar el jugador de 26 años para ser más completo: “Ser más agresivo en la defensa, en el tackle”.
“El Mudo” es de la camada 1998 de Córdoba Athletic, la misma que Santiago Carreras, su compañero de equipo en juveniles y su ami-hermano de la vida, el que le mandó un mensaje en la previa del encuentro del sábado ante Cobras.
“Somos muy cercanos y estamos en contacto todos los días, permanentemente. Que siga disfrutando, se siga divirtiendo y esforzando para seguir creciendo, que es lo que estuvo haciendo y lo lleva a disfrutar al máximo este momento también”, contó desde Europa el jugador de Los Pumas.
Y cuando se le pidió un concepto sobre Mateo jugador, “Santi” fue contundente: “Crecimos jugando juntos, siempre compartimos equipo, puestos y ese compartir adentro de la cancha fue muy lindo. Es recontrahabilidoso, entiende el rugby y es de esos jugadores que da gusto ver jugar. Tiene velocidad, se mueve muy bien y tiene una zurda que lo hace distinto. Me pone muy contento verlo disfrutar este momento”.
En el partido ante Cobras, el dúo de “Mateos”, Sánchez (fullback) y Soler (wing), fue explosivo. Ambos jugadores se entendieron muy bien en la cancha y “lastimaron” a la defensa rival. “Mateo (Sánchez) es un chico que pasa la pelota y lo hace simple, lo hace bien. Generalmente, la pelota que le llega a él le llega al wing, y los wings se sienten contentos con Mateo. Para mí, Mateo Soler rinde mejor como wing y por eso también el entendimiento con Sánchez”, agregó Moyano sobre el jugador formado en Córdoba Athletic, el mismo que se probó en el fútbol de Belgrano cuando era un niño y que fantaseaba con ser el “9″ del Pirata.
“Es muy habilidoso para jugar al fútbol, también es un crack jugando al fútbol con esa zurda maravillosa”, sentenció Santiago Carreras.
Mateo Sánchez vive un gran presente, pero lo fue construyendo con su disciplina, compromiso y, fundamentalmente, trabajo. Como cuando era un pibito y pidió ir a un colegio bilingüe porque, si no, “no le iba a entender al árbitro” cuando jugara internacionalmente. El que llegaba al club a las 10 de la mañana y a las 9 de la noche argumentaba que era temprano para volver a su casa. El que se puso como meta llegar al rugby profesional y está trabajando para alcanzarla.
