Camilo Ugo Carabelli atraviesa el mejor momento de su carrera profesional. A sus 26 años, el tenista argentino cerró la temporada 2025 instalado entre los mejores del mundo, alcanzando el puesto 49 del ranking mundial ATP y confirmando que su crecimiento no fue casualidad, sino el resultado de un proceso largo, paciente y sostenido en el tiempo.
“Fue un trabajo de muchos años y sacrificio”, resumió a La Voz con naturalidad, en el marco de su visita a Bell Ville, donde participó de Tenis Benéfico, el evento que organiza desde 2023, el ahora extenista Pedro Cachín.
El bonaerense participó recientemente de la experiencia que lo conectó directamente con sus propios comienzos. Su presencia se dio a partir de una invitación cercana y sentida.
“Sí, sabía del evento porque con Pedro (Cachín) tengo buena relación. Me gustaba venir y a principio de año le dije que me tuviera en cuenta. Por suerte, se pudo dar, pude acomodar las cosas y estoy contento de estar acá”, explicó Carabelli, quien no dudó en sumarse a la cita en el Club Bell, pese a las exigencias del calendario profesional.

El argentino, que participará desde este martes (y hasta el sábado) en el Road to Australia, la exhibición en Palermo con tenistas de elite de Argentina y la región que se preparan para arrancar el calendario profesional 2026, destacó la importancia simbólica de este tipo de encuentros (como el que organiza Cachín), especialmente para los chicos que recién dan sus primeros pasos en el deporte.
“Yo me acuerdo de cuando era chico, iba a clínicas y a eventos que organizaban los jugadores más grandes. Los veía y quería ser como ellos”, recordó. Nacido en Buenos Aires, Carabelli guarda fuertes recuerdos de esas jornadas que hoy, desde otro rol, vuelve a protagonizar. “Tengo muy buenos recuerdos de alguna clínica o evento que se hacía. Poder transmitir eso ahora y que algún chico se lleve algo lindo me pone muy contento”, afirmó.
El balance de 2025 que cierra el año calendario, pero abre la temporada tenística 2026, es altamente positivo para Carabelli y sus conclusiones son claras. “La verdad es que fue un año increíble, el mejor de mi carrera”, reconoció sin rodeos.

En números, el crecimiento fue contundente: logró meterse entre los 50 mejores del mundo, alcanzó incluso el puesto 43 del ranking ATP (en agosto) y finalizó la temporada en el escalón 49. “Eso es muy meritorio, así que estoy contento con subir tanto en el ranking y ojalá el año que viene pueda seguir subiendo”, proyectó.
Consultado sobre las claves que lo llevaron a dar este salto de calidad, el argentino fue fiel a su estilo: perfil bajo y énfasis en el proceso. “No es que haya cambiado algo drásticamente”, aclaró. “Vengo laburando bien hace un par de años. El resultado no se ve inmediatamente cuando uno trabaja bien, creo que fue un trabajo de muchos años que se terminó reflejando este año”.
Regularidad, constancia y sacrificio aparecen como las palabras que mejor definen su camino. En un circuito cada vez más competitivo, donde la exigencia física y mental es permanente, sostener un crecimiento progresivo no es sencillo. Sin embargo, el tenista argentino logró afirmarse con una identidad clara, que le permitió encarar los torneos más importantes con mayor confianza y soltura.
De cara al futuro inmediato, el calendario ya marca el rumbo. “Arrancamos el año en Australia, después viene la gira de Sudamérica sobre polvo: Brasil, Argentina y Chile, y después iremos viendo”, explicó sobre la planificación para 2026. El objetivo será seguir escalando y afirmarse definitivamente en el circuito.
Camilo Ugo Carabelli disfruta del presente y es espejo para muchos chicos que sueñan con llegar a lo más alto, tal como él lo hacía hace unos años. ¿La receta? Un trabajo que se sostenga en el tiempo.


























