El tenista español Carlos Alcaraz se clasificó este viernes para la final de Roland Garros, segundo ‘Grand Slam’ de la temporada y que se disputa sobre tierra batida, después de la retirada de su rival, el italiano Lorenzo Musetti, en un momento en el que el actual campeón había resurgido tras dos horas irregulares y había remontado para dominar 4-6, 7-6(3), 6-0 y 2-0.
De este modo, el murciano tendrá ahora la oportunidad de ganar su quinto ‘grande’ en su quinta final y reeditar el título del año pasado en la arcilla roja parisina ante el italiano Jannik Sinner que eliminó al serbio Novak Djokovic en tres sets: 6/4, 7/5 y 7/6.
El de El Palmar tuvo que sacar billete para la última defensa de su trono parisino con mucho trabajo porque no encontró su regularidad ante un Musetti que le puso en muchos apuros y que demostró por qué era junto al número dos del mundo, el mejor jugador en tierra batida de la temporada con un balance 18-3 y semifinales en todos los grandes torneos de la gira.
Y por momentos, por la Philippe-Chatrier planeó la posible sorpresa de la eliminación de un Alcaraz que se había mostrado bastante sólido, pero que durante casi dos horas estuvo sufriendo ante el de Carrara, al que el golpe de la pérdida del segundo set y los problemas físicos en la pierna izquierda terminaron por eliminar. Aún así, el ganador de cuatro ‘grandes’ deberá mejorar tras acabar según la estadística con 32 errores no forzados, 30 de ellos entre el primer y segundo set, y después da haber firmado tan sólo 22 en su partido anterior.
Alcaraz no empezó fino y lejos de parecerse al tenista que había arrasado en cuartos al estadounidense Tommy Paul. Sus errores, algunos de ellos en la red donde no suele dar concesiones, predominaban por encima de sus aciertos y eso daba más fe a un Musetti bien asentado y que supo aprovechar su oportunidad.
Y es que pese a un juego irregular, el actual campeón fue el que tuvo mejores opciones para romper en el igualado primer set, pero no sacó partido a su opción en el primer juego y, sobre todo, con 3-3. El italiano salvó bien ambos problemas y no perdonó el mal juego de su rival con 5-4 para romper y ponerse por delante como sucediera en la final del Masters 1000 de Montecarlo.
Como en el Principado, la reacción del murciano pareció ser fulgurante y con un rápido ‘break’ tomó el mando del segundo parcial. Sin embargo, fue una alegría efímera porque el octavo cabeza de serie recuperó la desventaja al instante y volvió a tomar la iniciativa en el marcador. El actual campeón encontraba más golpes ganadores, pero no evitaba errores no forzados que le impedía coger el ritmo necesario ante un Musetti firme en la Chatrier.
La mejor noticia para el número dos del mundo es que lograba mantener bien su servicio, pero la peor es que volvía a dejar escapar dos opciones valiosas de rotura con 4-4. Pese a ello, logró un segundo ‘break’ que le daba servicio para cerrar la manga, también desperdiciado con errores inoportunos y que le condenaban a una siempre imprevisible ‘muerte súbita’.
Pero ahí se empezó a romper el partido a favor del pupilo de Juan Carlos Ferrero, claro dominador del ‘tie-break’ (7/3) para igualar un choque que cambió radicalmente de guión. Alcaraz se asentó, se encontró cómodo y desplegó su mejor tenis para arrollar a un Musetti sin respuesta y que tras haber plantado batalla durante casi dos horas, se vio en apenas 24 minutos obligado a remontar tras encajar un duro 6-0.
El de Carrara pidió atención médica por sus molestias en la zona alta de su pierna izquierda. Alcaraz no se descentró y continuó sin dar concesiones para romper rápido y ponerse ya 2-0 en el cuarto parcial, momento en el que el italiano decidió arrojar la toalla y dejar vía libre al español que el domingo tratará de mantener su pleno en finales de ‘Grand Slam’ para sumar el sexto de su carrera.
En la otra semifinal, Sinner fue demasiado para el serbio de 38 años, que usó todos sus recursos para doblegar al líder del ranking mundial, pero no pudo.
La final se jugará el domingo a las 10 de Argentina. Y se verá por ESPN y Disney+.
