La derrota de Novak Djokovic ante Jannik Sinner en semifinales de Roland Garros no solo lo dejó fuera de la final ante Carlos Alcaraz, sino que también encendió las alarmas sobre el futuro del serbio en el circuito profesional. A sus 38 años, el ex número uno del mundo deslizó la posibilidad de que ese partido haya sido su último en el Grand Slam parisino.
“Podría ser el último partido que juego aquí. Por eso fue aún más emotivo al final”, soltó Djokovic en la conferencia de prensa post partido, dejando a todo el mundo del tenis en vilo.
La caída ante el italiano, con parciales de 6-4, 7-5 y 7-6 (7/3), dejó al serbio con sensaciones encontradas. Tras el match, Nole se quedó varios minutos en la cancha, visiblemente conmovido, como si estuviera despidiéndose del polvo de ladrillo de París, donde ya levantó el trofeo tres veces y donde también logró el oro olímpico en 2024.
Consultado sobre su futuro, el serbio no fue tajante, pero sí sembró dudas: “¿Si aún quiero seguir jugando? Sí. ¿Seré aún capaz dentro de un año? No lo sé”.
Djokovic, último sobreviviente del legendario “Big Three” junto a Federer y Nadal, dejó claro que su motivación sigue vigente, pero no ocultó el desgaste físico y mental que implica seguir compitiendo al máximo nivel.
Sobre sus próximos pasos, fue cauto pero firme: “Voy a tratar de seguir mi plan inicial, que es jugar los Grand Slams. Quiero jugar en Wimbledon, quiero jugar el US Open. Por lo demás, no estoy seguro”.
La despedida de Djokovic de Roland Garros no está confirmada, pero su tono, sus gestos y sus palabras dejaron flotando la sensación de que el adiós está cerca. Y si se termina, será como uno de los más grandes de todos los tiempos.
