“Sé que esto será un shock para muchos, pero estoy bien y estaré bien. La detección temprana salva vidas. Estoy completamente de acuerdo con esto”. Así reveló la canadiene Gabriela Dabrowski, finalista del pasado torneo de Wimbledon y bronce en dobles mixto en los Juegos Olímpicos París 2024, que jugó durante 2024 tras haber sido diagnosticada de cáncer de mama. La tenista de 32 años confesó además que aplazó parte del tratamiento para competir en el torneo del All England Lawn Tennis Club y en los Juegos Olímpicos.
En una publicación en Instagram, la jugadora contó que recibió el diagnóstico en abril. No jugó ese mes ni en mayo debido a una cirugía, pero regresó a las canchas en junio.
Dabrowski mencionó que hubo “un ligero retraso en el tratamiento adicional” para poder competir en Wimbledon —donde ella y Erin Routliffe de Nueva Zelanda perdieron la final en julio ante Katerina Siniakova y Taylor Townsend— y en los Juegos Olímpicos de París, donde ganó la medalla de bronce en dobles mixtos con Felix Auger-Aliassime.
Además del doble femenino, modalidad en la que actualmente es la número tres del mundo y campeona del US Open en 2023, Dabrowski también tiene una importante historia en el dobles mixto: en 2017 ganó Roland Garros junto a Rohan Bopanna y en 2018 se quedó con el Abierto de Australia, certamen que disputó junto al croata Mate Pavic.
Su lucha contra el cáncer
Gabriela Dabrowski confesó que había encontrado un primer bulto en la segunda mitad de 2023 y al principio le dijeron que no se preocupara por ello.”Todo parece surrealista”, escribió Dabrowski, diciendo que ahora tiene un “mejor entendimiento” de su tratamiento y efectos secundarios.
“Durante mucho tiempo no estaba lista para exponerme a la posible atención y preguntas que habría recibido antes. Quería entenderlo todo y manejar las cosas en privado con solo aquellos más cercanos a mí”, describió.
Y continuó: “A día de hoy, estoy en un momento en el que sé más de mi tratamiento, sus efectos secundarios y cómo lidiar con ellos. Soy consciente de lo afortunada que soy, porque muchos no tienen el lujo de contar sus historias.
La tenista contó que a partir de lo sucedido su mentalidad cambió y pasó de “tengo que hacer esto (jugar al tenis y no desperdiciar mis habilidades) a ‘tengo la oportunidad de hacer esto”.
“A través de este enfoque, encuentro mucho más fácil disfrutar de áreas de mi vida que antes veía como una carga pesada”, dijo.
En su publicación, la candiense no se guardó nada y pasó de insultar a la enfermedad a agradecer. “Al cáncer le digo que se joda, pero también… gracias”, cerró.
