A poco más de un mes de haber anunciado su retiro del tenis profesional, Pedro Cachín sigue dando que hablar; como todos los diciembres, el bellvillense vuelve a ser protagonista en la ciudad que lo vio nacer. Lejos del vértigo del circuito ATP, allí lleva a cabo, desde 2023, el evento Tenis Benéfico Bell Ville, un encuentro que ya es una marca registrada en el Club Bell de la ciudad del sudeste provincial.
Los sólidos valores que supo construir a lo largo de su carrera dieron sus frutos y el ahora extenista disfruta de esa rica cosecha. “Pedrito” fue, durante más de una década, uno de los representantes argentinos en el circuito internacional. Alcanzó el puesto 48 del ranking mundial, ganó el ATP de Gstaad (uno de los torneos más tradicionales de la gira europea de polvo de ladrillo, con un triunfo sobre el español Albert Ramos Viñolas), obtuvo seis títulos en el ATP Challenger Tour, superó lesiones y atravesó momentos de altibajos, como todo deportista de elite.
Fiel a su estilo, al momento de hacer balance, él mismo relativizó los números. “Si yo fui el 48 del mundo, gané tal cosa… pero en el momento de mi retiro, por lo que me comentaron (la publicación en redes sociales) y por lo que me recordaron, fue por la buena gente que fui, y eso es lo que perdura”, expresó con la sinceridad que lo caracteriza.

Ese reconocimiento humano es, justamente, el espíritu que el Círculo de Periodistas Deportivos de Córdoba buscó destacar al otorgarle el premio trayectoria, en la edición 46 de la gala en la que se entregaron los Córdoba Cuna de Campeones a los deportistas de la provincia. No se trata sólo de resultados, sino de una forma de transitar el deporte.
Cachín lo sabe y lo transmite cada vez que tiene la oportunidad de hacerlo. “Más allá de los resultados, siempre intento decirles a los chicos y a los adultos que tengan buenos actos, porque eso en algún momento lo vas a necesitar. La vida te lo va a devolver”, afirmó, convencido de que el tenis, como la vida, se construye a partir de vínculos.
El retiro, anunciado hace poco más de un mes, no fue una decisión impulsiva. Por el contrario, fue el resultado de un largo proceso de reflexión. “A nivel físico soy muy joven, eso lo tengo clarísimo. Pero a nivel mental no soy tan joven como en la edad y en lo físico”, explicó el bellvillense de 30 años.

La clave de la decisión estuvo en la motivación. “Las ganas no existían. No existían las ganas de despertarme como antes e ir por un objetivo o por un sueño, porque en cierto punto los cumplí”, confesó y aseguró que, durante buena parte de ese tiempo, intentó revertir esa sensación. “Dije: ‘voy a hacer el esfuerzo para ver si haciendo el esfuerzo genero ganas’. Y tampoco las generé”, relató.
Esa honestidad consigo mismo fue la que lo llevó a dar el paso definitivo. “Creo que era el momento exacto de dar un paso al costado y dedicarme a otras cosas”, sostuvo el deportista que no solo es el cerebro de Tenis Benéfico Bell Ville, también es alma y corazón del evento que lleva ya tres ediciones.
Lejos de vivir el retiro como un vacío, el extenista lo entiende como una transformación. Ese adiós no implica alejarse del tenis, sino cambiar su rol para seguir siendo parte de un mundo que lo abrazó desde pequeño.

Su mirada está puesta en el futuro; piensa cada paso, lo hace con calma, sin apuros. “Estoy en un proceso. Iré proyectando y sin apresurarme, porque soy joven y creo que hay que pensar bien las cosas”, explicó y aseguró que, entre las posibilidades concretas para el futuro, está la formación de jugadores. “Voy a ser entrenador de cualquier chico que me quiera llamar”, adelantó.
La idea de transmitir experiencias y valores ocupa un lugar central en esta nueva etapa. Su “mente emprendedora”, la misma que puso en funcionamiento tantas veces para salir adelante en su carrera como tenista, sigue craneando proyectos. “Me gusta pertenecer al tenis sin estar todo el tiempo metido. Estar cerca de los jugadores, organizar, aportar desde otro lado”, señaló.
Para Pedro Cachín, el tenis ofrece múltiples maneras de sumar, más allá de la competencia, por eso en 2023 asumió la organización de un evento solidario que creció exponencialmente. Les dio lugar a quienes decidieron trabajar con él, pero, sobre todo, depositó confianza. “Intento que todas las personas que trabajan conmigo tomen decisiones propias. Cada uno tiene su rol y así se construyen grandes cosas”, explicó quien traslada valores aprendidos en la cancha, como el liderazgo compartido y la confianza en el equipo, a la vida cotidiana.

El premio Trayectoria otorgado en la noche del jueves no solo reconoció al tenista que supo medirse con los mejores del mundo, sino también a esa persona que deja una huella positiva en cada lugar que pisa.

























