Diego Schwartzman vivió una jornada cargada de emoción en el Argentina Open, donde consiguió una victoria muy especial al vencer a Nicolás Jarry por 7-6, 4-6 y 6-3 en el que será su último torneo como profesional. En conferencia de prensa, el Peque expresó su felicidad y reveló que tuvo que tomar “200 pastillas” para poder jugar en un momento tan significativo de su carrera.
El exnúmero 8 del mundo admitió que este triunfo le genera “una expectativa distinta” de cara a su próximo partido, que será el jueves ante Pedro Martínez Portero. Sin embargo, dejó en claro que su enfoque sigue siendo el mismo: “Si se da, quiero disfrutar mi último torneo. Estoy muy feliz de volver a ganar a nivel ATP después de mucho tiempo”.
Con más de 5.000 personas en las tribunas del estadio Guillermo Vilas del Buenos Aires Lawn Tennis Club, Schwartzman fue ovacionado desde el primer minuto. El aliento incesante del público lo empujó a superar un duro desafío ante Jarry.
El argentino también compartió la batalla interna que ha atravesado en las últimas semanas: “A veces pensaba ‘ya está, soltá, tirá unos drops y vamos con la familia’. Pero salgo a la cancha y quiero ganar y seguir jugando. Hoy la gente me ayudó una barbaridad a ganar”.
El adiós en Buenos Aires
Schwartzman reafirmó su decisión de retirarse en Buenos Aires y explicó los motivos detrás de su elección: “Mi sueño era retirarme de esta manera. No puedo sostener esto. ¿Para qué ir a Río y perder con uno que venga de la qualy y luego un mes de gira? No, me quiero retirar así”.
También habló sobre los problemas físicos que ha enfrentado en estos días, en especial por los nervios previos a la competencia: “Yo sufro mucho del estómago. Me tomé 200 pastillas para jugar hoy. Vengo a arroz y agua hace tres días. El deporte de élite te lleva a eso. Los últimos años no la pasé bien porque cada vez jugaba más nervioso”.
Con el apoyo incondicional del público argentino, Schwartzman encara sus últimos días como profesional en un torneo que ya le regaló una de sus victorias más especiales.