El tenis profesional enfrenta una tormenta de críticas por parte de destacados jugadores, luego de que Iga Swiatek, actual número dos del mundo, recibiera una sanción de apenas un mes tras dar positivo por trimetadizina (TMZ), una sustancia prohibida. Entre los más vocales están Denis Shapovalov, Simona Halep y Nick Kyrgios, quienes cuestionaron la gestión de los casos de dopaje y las aparentes desigualdades en las resoluciones.
Swiatek dio positivo en agosto y se perdió tres torneos debido a una suspensión provisional: uno en Corea y dos en China. Durante ese período, alegó cansancio y cambios en su equipo como razones para sus ausencias. Sin embargo, este jueves se reveló que su caso estaba siendo investigado.
La Agencia Internacional para la Integridad del Tenis (ITIA) justificó que la demora en la divulgación del caso se debió a que Swiatek apeló dentro del plazo de diez días tras el positivo. Finalmente, la ITIA concluyó que no hubo “negligencia significativa”, por lo que se le aplicó la sanción más leve, argumentando que el consumo de la sustancia fue “contaminado”.
Las reacciones no se hicieron esperar. Denis Shapovalov ironizó en redes sociales escribiendo: “Un mes de sanción, eh”. Por su parte, Nick Kyrgios, en su característico estilo provocador, publicó risas sarcásticas en mayúsculas y respondió a un usuario diciendo: “La excusa que todos podemos usar es que no lo sabíamos. Los profesionales al más alto nivel no pueden decir que no lo sabían”.
Kyrgios también criticó la gestión del caso de Jannik Sinner, actual número uno del ranking ATP, quien no recibió sanción tras un positivo por una sustancia prohibida, atribuido a un error de su fisioterapeuta al aplicarle un masaje. No obstante, la Agencia Mundial Antidopaje ha apelado y busca una sanción de uno a dos años. Este caso sigue sin resolverse.
Por otro lado, Tara Moore, una tenista británica cuya carrera fue afectada por una suspensión provisional de 19 meses antes de ser absuelta por un caso de contaminación, también manifestó su frustración. “¿Por qué nadie se toma en serio la corrupción en las organizaciones que nos gobiernan?”, escribió en sus redes sociales.
La situación adquiere mayor relevancia con las declaraciones de Simona Halep, exnúmero uno mundial, sancionada por cuatro años en 2022 por consumo de una sustancia prohibida, una pena que fue reducida a nueve meses tras su apelación. Halep expresó su indignación ante las discrepancias en la gestión de los casos. “No puedo entender por qué hay una diferencia tan grande en el tratamiento y el juicio. Perdí dos años de mi carrera y muchas noches sin dormir. ¿Cómo puede ser que dos casos idénticos se manejen de forma tan distinta?”, señaló.
La ITIA defendió su actuación, subrayando que cada caso se trata según “los hechos y las pruebas, no por el nombre, ránking o nacionalidad del jugador”. En un comunicado, enfatizó que los casos de Halep y Swiatek tenían diferencias clave: “Mientras Halep consumió un suplemento, Swiatek tomó una medicación”. Sin embargo, las dudas persisten entre los jugadores, alimentadas por episodios pasados como el encubrimiento del positivo de André Agassi en 1997.
Este escándalo reaviva las críticas sobre las políticas de dopaje en el tenis y refuerza la percepción de que las resoluciones podrían estar influenciadas por la posición y relevancia de los jugadores.